El sector agrícola estima en más de 1.000 millones los daños causados por la sequía

El Ministerio de Agricultura, comunidades autónomas y organizaciones agrarias han puesto en marcha los trabajos para evaluar los daños provocados por la sequía de los últimos meses. El sector estima los mismos en más de 1.000 millones de euros, mientras la Administración rechaza dar cifras sobre pérdidas. Agricultura se ha comprometido a desarrollar una batería de medidas de ayuda antes del verano, similares a las aplicadas para los afectados por las heladas, así como adelantar los pagos de las ayudas comunitarias en herbáceos y ganadería.

A seis meses del inicio de los problemas de la sequía y sin fecha para saber cuándo puede ser el final de los daños, la Administración y las organizaciones agrarias coinciden en la dificultad para hacer estimaciones exactas sobre las pérdidas. Sin embargo, como cifras aproximativas, el sector agrícola ha presentado a la Administración un abanico de evaluaciones que van desde los 821 millones sumados por el sindicato UPA a los 875 millones de COAG y los 1.150 millones de Asaja.

Por parte de Agricultura, el subsecretario Santiago Menéndez de Luarca señaló su compromiso de poner en marcha, en coordinación con el sector, medidas de ayuda según se vayan confirmando unos daños que, en su opinión, hoy ya son irreversibles en algunas zonas, pero que en otras pueden tener una evolución diferente este mes en función de las condiciones meteorológicas de las próximas semanas.

Las organizaciones agrarias están de acuerdo en que el desarrollo de la sequía puede encerrar aún grandes y, sobre todo, graves interrogantes en las producciones de herbáceos, pero señalan que, en el caso de la cabaña extensiva, los ganaderos ya llevan pagando un sobrecoste en la alimentación animal por falta de pastos que nadie les ha compensado desde el pasado otoño.

De acuerdo con el objetivo de paliar los daños, para antes del verano se espera tener cerradas las disposiciones necesarias para que los agricultores y ganaderos afectados por la sequía puedan disponer de unas ayudas similares a las que se están otorgando en este momento para las zonas afectadas por las heladas.

Estas medidas se concretan en una política de créditos sin interés con unos baremos por explotación que se deberán negociar con el sector; suspensión del impuesto de bienes inmuebles (IBI), aplazamiento en los pagos de las cuotas de la Seguridad Social y reducción en los módulos a efectos de calcular los ingresos para la declaración de la renta.

Petición de ayuda a la UE

Al margen de esos apoyos, Agricultura ha puesto en marcha ante las autoridades comunitarias otra serie de actuaciones para contribuir al funcionamiento de las explotaciones. Entre otros puntos, el ministerio ha solicitado en Bruselas el adelanto en los pagos del conjunto de las ayudas de la UE, la posibilidad de que el ganado pueda entrar a pastar en las tierras de retirada, que el barbecho pueda llegar hasta el 50% en tierras de secano y hasta el 75% en algunas zonas de riego donde pueda haber escasez de agua, además de instar a las compañías aseguradoras a que hagan cuanto antes las peritaciones en las zonas afectadas por la sequía y que paguen rápidamente las indemnizaciones.

A diferencia de las producciones hortícolas al aire libre o bajo plástico, en el caso de los cereales los niveles de aseguramiento son más elevados, hasta una media del 40%, lo que supondrá un cierto alivio para las explotaciones afectadas.

Andalucía, Aragón, Extremadura y Castilla-La Mancha son hasta el momento las principales comunidades autónomas afectadas por la falta de lluvias, junto a algunas zonas de la Región de Murcia, la Comunidad de Madrid y la zona sur de Castilla y León.

En Andalucía, los daños se centran en las superficies de herbáceos, fundamentalmente trigos y leguminosas, donde los daños se estiman en una media del 50%. La sequía obligó a levantar unas 4.500 hectáreas de remolacha de secano. Por el contrario, la existencia de agua embalsada supondrá normalidad en las siembras de regadíos.

En Aragón, ya se dan casi como definitivos los daños en las superficies de cereales, leguminosas y proteaginosas al igual que sucede en una gran parte de Extremadura o comarcas de Lleida o Murcia.

En Castilla-La Mancha, los daños en los cultivos herbáceos son graves, aunque en algunas zonas podrían tener cierta recuperación si llegan las lluvias a corto plazo.

En conjunto, en la mitad sur de la Península, así como en Aragón y en la parte sur de Castilla y León la sequía ha provocado una ausencia casi total de pastos, lo que ha supuesto un coste suplementario para toda la cabaña ganadera al tener que alimentar los animales con piensos. A favor de los ganaderos ha jugado la estabilidad de los precios de los piensos por la existencia de materia prima barata de importación. Por el contrario, los precios de la paja se han disparado hasta 0,12 euros kilo, una cifra casi igual a la de la cebada.