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Entrevista:BARRY McGAW | Director de Educación de la OCDE

"España debe tener expectativas más altas para sus alumnos y evaluar sus resultados"

El australiano Barry McGaw es el director de Educación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y, probablemente, uno de los mayores expertos de educación del mundo. La OCDE dio a conocer su Informe PISA 2003 el pasado diciembre y sus resultados provocaron una convulsión: los alumnos españoles de 15 años (secundaria obligatoria) no alcanzan la media de conocimientos de los países desarrollados. Su nivel se sitúa entre los peores. McGaw presentó la semana pasada en Madrid la edición en español del Informe Pisa 2003, editada por Santillana.

Pregunta. ¿Qué es lo que está fallando en el sistema educativo español para que se den estos malos resultados?

"Se puede mejorar la calidad del sistema educativo sin perder equidad"
"La segregación sólo es buena para los alumnos más brillantes"
Más información
Santillana publica el 'Informe PISA' en español

Respuesta. Es muy difícil decir exactamente cuáles son las causas cuando no tenemos datos históricos. No sabemos si las cosas están peor o si siempre han estado así. Tenemos que esperar para saber cuál es la tendencia. Polonia, por ejemplo, está mejorando sus resultados; Finlandia se mantiene; Japón parece que ha empeorado un poquito en el campo de la lectura... Los países no están quietos. Si un país está por debajo de la media, tres años más tarde la media habrá cambiado, se habrá movido y, por lo tanto, la situación de un país respecto al resto también.

P. El Gobierno español prepara una nueva ley de educación. ¿Qué recomienda?

R. Una de las cosas que más influyen son las expectativas que se fijan. Los resultados de PISA concluyen que España debe tener expectativas más altas. Y esto tendrá implicaciones en el plan de estudios, en el profesorado y en las expectativas que éstos tengan de sus alumnos. Dinamarca es un país interesante. Está en la media de la OCDE, pero gasta por alumno muy por encima de la media. Un estudio anterior al de PISA preguntó en Dinamarca a los padres si estaban contentos con el colegio de sus hijos y todos contestaron que sí; había mucha autocomplacencia. Pero luego llegó el Informe PISA, que señalaba que los resultados en Dinamarca no eran muy buenos. El problema es que el sistema educativo danés carecía de una cultura de evaluación, no medía de forma seria sus resultados. El mensaje para España es, por tanto, el siguiente: hay que esperar más de los alumnos, tener expectativas más altas y evaluar para saber cómo van exactamente las cosas.

P. ¿Es esto lo que distingue a los mejores sistemas educativos?

R. Sí, tienen expectativas claras, altas. Y en general, tienden a tener colegios comprensivos [el programa escolar es el mismo para todos con ayudas personalizadas y se retrasa a edades posteriores la elección de diferentes itinerarios educativos], aunque esto no es cierto en todos los países. Hay dos con unos resultados muy altos que dividen a los estudiantes en colegios académicos y en formación profesional. Uno es Holanda y otro, la Bélgica flamenca. Ninguno tiene, sin embargo, una equidad alta.

P. En cambio, la equidad en España [no hay grandes diferencias en los resultados de los escolares que van mejor y los que van peor], según PISA, está por encima de la media.

R. Es verdad, pero hay que tener cuidado con la autocomplacencia. Es fácil no tener grandes diferencias entre los alumnos si ninguno va muy bien. Pero si a corto plazo aumenta la parte proporcional de los estudiantes que sacan mejores resultados, entonces, quizás se pueda perder algo de equidad, aunque ganes en calidad. Lo que la OCDE fomenta es mejorar la calidad sin perder de vista la equidad.

P. Esto no será fácil...

R. Antes los países creían que tenían que hacer una elección: o calidad o equidad, pero el Informe PISA demuestra que hay algunos países que tienen un nivel alto en ambas variables. Esto ha sido una sorpresa para muchos.

P. ¿Hasta qué punto hay una relación directa entre el dinero que un país invierte en educación y sus logros académicos? Porque Corea del Sur registra un nivel de gasto similar al español y, sin embargo, está entre los que sacan mejores resultados. O el caso de Estados Unidos, que gasta más que ningún país y está por debajo de la media.

R. El gasto tiene una relación débil con los resultados, aunque los países que gastan más tienden a tener mejores resultados. Pero Dinamarca gasta como Estados Unidos, y está en la media nada más. Y Estados Unidos gasta más que ninguno y está por debajo. El gasto es importante, pero no es el único factor. Hay muchos países que buscan la forma de despilfarrar el dinero... Antes, cuando no existían evaluaciones como la de PISA, la discusión se centraba sólo en el gasto.

P. ¿Qué medidas ha tomado Polonia, que ha mejorado el nivel académico de sus alumnos en sólo tres años?

R. Cierto, su sistema educativo ha mejorado notablemente entre el 2000 y 2003 y lo que es interesante es que lo que ha hecho subir el porcentaje de la media es que han aumentado los logros de los alumnos peores. Todos sus colegios de secundaria son comprensivos. En 2000, Polonia tenía una gran diferencia de alumnado entre colegios. Tres años más tarde, ya no existe tal diferencia. A los alumnos con un rendimiento bajo ya no se les mete en un mismo centro.

P. Concluye el Informe PISA que la segregación de los alumnos no mejora los resultados.

R. La segregación sólo es buena para los alumnos brillantes. Y ahí está el dilema. El mensaje es que se pueden tener buenos resultados sin segregación. Holanda tiene buenos resultados, pero con segregación. Hay muchas experiencias para tratar la diversidad del alumnado. En Finlandia tienen profesores de educación especial para ayudar a los docentes en la clase con los alumnos con problemas y así poder mantenerlos en aulas ordinarias.

P. ¿Hasta qué punto el reconocimiento y los incentivos para los docentes mejoran los resultados académicos de los alumnos?

R. No puedo responder esta pregunta con el Informe PISA, pero hay mucha investigación sobre profesores y, desde luego, ellos son los que crean la diferencia, no cabe duda. El compromiso del profesor es un factor clave. El problema que tienen muchos de los países es que el estatus de sus profesores ha bajado. Y es muy difícil aumentar ese estatus en una profesión tan amplia. Hoy en día tenemos muchos más docentes en nuestra sociedad que antes. Quizás podría aumentarse su estatus si reducimos el número de éstos. Pero ¿cómo vamos a tener menos profesores?, se preguntará. De muchas formas. Una sería analizar el trabajo que hacen y ver qué parte podrían hacerla otros profesionales. Otra cosa que yo haría sería no reducir el número de alumnos por clase, eso es tirar el dinero. Que una clase tenga 30 o 27 alumnos no supone ninguna diferencia en los resultados académicos y cuesta una burrada. Lo que se podría hacer es que los alumnos pasasen más tiempo en clases más grandes de lo normal, donde se les ofreciese una presentación inicial de la materia. Luego, se podrían dividir esas clases en pequeños grupos, para que el profesor entrase ya en los detalles de la asignatura.

P. En España hay un gran debate sobre si los niños que no alcanzan los resultados a final de curso deben repetir.

R. Es raro que haya gente que defienda que la única forma de motivar a los alumnos sea amenazándoles con la repetición. Hay países con buenos rendimientos donde los alumnos no repiten. Porque no aprendemos en bloques de tiempo de un año. Y repetir es como decirle a una persona que tiene que repetir todo un año de su vida. Es mejor decirle: "Esta vez no has llegado, pero vamos a asegurarnos de que la próxima vez sí lo harás". Los que defienden la repetición creen que ésta es una forma de tener altas expectativas, y, sin embargo, es una manera muy poco eficiente.

Barry McGaw, en su reciente visita a Madrid.
Barry McGaw, en su reciente visita a Madrid.BERNARDO PÉREZ

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