Al sol con precauciones
A favor y en contra. Opiniones enfrentadas en dos bandos: dermatólogos, químicos y farmacéuticos frente a una población que se resiste a prescindir de los rayos solares. Los autobronceadores ayudan a dorarse sin peligro
Fotoenvejecimiento y prevención
Término empleado para describir una combinación de cambios en nuestra piel debidos a la exposición crónica a la luz solar, el fotoenvejecimiento se caracteriza por la aparición de arrugas, flacidez y manchas -cada día más numerosas entre mujeres jóvenes- en las zonas más expuestas: cara, escote, cuello y dorso de las manos. "La causa microscópica de estos cambios", señala el doctor Pedro Jaén, jefe del servicio de dermatología del hospital Ramón y Cajal de Madrid, "es el daño tanto del colágeno de la dermis como de las células de la epidermis. El desarrollo de fotoprotectores con altos índices de protección frente a UVA y UVB, fotoestables y resistentes incluso al agua, es la más importante herramienta para prevenir los efectos perjudiciales de la luz solar".
Concienciados sobre los peligros del sol y unidos en la detección del cáncer de piel, 336 dermatólogos de toda España ayudarán el próximo 13 de junio en la VI Jornada de Diagnóstico Precoz del Melanoma patrocinada por los Laboratorios Avéne. Los dermatólogos participantes examinarán gratuitamente la piel de aquellas personas con lunares para poder detectar lesiones sospechosas de padecer melanoma (teléfono para pedir cita: 902 19 45 10, del 17 al 27 de mayo). "El objetivo de esta campaña es divulgar los riesgos de una excesiva exposición al sol sin las debidas precauciones, así como la importancia de la detección precoz del cáncer de piel y cuyo pronóstico está en relación directa con la rapidez de diagnóstico (existe posibilidad de curación superior a un 90% si se coge a tiempo)", afirma el profesor Jordi Peyrí, jefe del servicio de dermatología del hospital de Bellvitge en Barcelona.
Poco y mal protegidos
La piel infantil es extremadamente sensible al sol, debido a que sus mecanismos protectores fisiológicos aún no han madurado correctamente. Basta haber sufrido tres quemaduras solares de niños para que se vea incrementado cuatro o cinco veces el riesgo de padecer cáncer de piel en edad adulta.
Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de piel es uno de los más frecuentes en los seres humanos, y en los últimos años ha sufrido un aumento considerable. En especial, la radiación ultravioleta A es un importante inductor del cáncer, ya que interacciona en el material genético de las células de la piel para producir células mutadas o cancerígenas y al suprimir el sistema inmune cutáneo crea un ambiente favorable al desarrollo de un proceso tumoral. "Sin embargo", afirma el doctor Agustín Alomar, jefe del servicio de dermatología del hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, "tomar el sol un cuarto de hora al día es magnífico, pues ayuda a producir vitamina D y sirve como estímulo psicológico positivo. El problema radica en que nadie está solamente un cuarto de hora al sol". De ahí que los expertos coincidan en responsabilizar a la excesiva exposición al sol del incremento que en los últimos años ha registrado el cáncer de piel, y en especial el melanoma. El problema radica en el mal uso que de forma habitual se hace de los fotoprotectores tópicos. Datos alarmantes: en España, sólo el 23% de los deportistas y personas que realizan actividades al aire libre utilizan crema con protección solar, y cuando la usan, el 50% de la superficie de su piel queda desprotegida (orejas, pies, parte posterior de los brazos, cuello ). "Por último, advertir que habitualmente se aplica la cuarta parte de la dosis necesaria para que un fotoprotector sea realmente eficaz (dos gramos por centímetro cuadrado de piel)", afirma la doctora María Vitale, dermatóloga del departamento científico de Laboratorios Cantabria. "El filtro solar o crema hay que aplicarlo antes de salir de casa para que tenga capacidad de adherirse a la capa externa y debe volver a aplicarse a lo largo del día", asegura.
Según el doctor Eduardo López Bran, profesor en dermatología quirúrgica, es preferible utilizar un autobronceador a una cama de rayos UVA. "Éstas resultan altamente perjudiciales; sin embargo, los actuales autobronceadores proporcionan un color saludable y, excepto en el caso de alergia a alguno de sus componentes, son tolerados perfectamente por la piel".
Alimentos aliados
La doctora Rosa M. Ortega, profesora del departamento de nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid y asesora de los Laboratorios Olay, nos explica que es muy importante la ingesta de ciertos alimentos antioxidantes en nuestra dieta diaria veraniega para combatir los radicales libres presentes en los rayos ultravioleta y causantes del envejecimiento cutáneo. Entre los antioxidantes más beneficiosos en la salud de la piel se encuentra la vitamina C, presente en las fresas, kiwi, melón, piña, cítricos y verduras frescas. Por su parte, las zanahorias, espinacas y pimientos son fuentes de provitamina A, necesaria para el buen estado de la piel. Por último, el apio y la lechuga son ricos en psoralenos, sustancias que protegen la piel en caso de psoriasis, mejorando la respuesta a la luz del sol.
Tecnología punta
Los laboratorios cosméticos y farmacéuticos no cejan en su empeño por protegernos cada verano más y mejor con cremas y lociones fáciles de aplicar, de texturas que se absorben de inmediato y con nuevos autobronceadores cada día más perfeccionados. Pero, además, un equipo de investigadores españoles de Laboratorios Cantabria, en colaboración con el departamento de dermatología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard (Boston), han logrado sintetizar las propiedades protectoras de un extracto denominado Polypodium Lleucotomos en unas cápsulas (Heliocare) que, administradas por vía oral, garantizan una protección integral desde dentro del organismo llegando a las capas más profundas de la piel y evitando así el envejecimiento y el cáncer cutáneo. "Para lograr protección frente a la radiación solar cuando paseamos o practicamos deporte es suficiente un fotoprotector por vía oral, pero cuando nos exponemos directamente a las radiaciones ultravioleta en la playa o piscina hay que añadir una crema con alta protección", explica el doctor Salvador González Rodríguez, director de dicha investigación, profesor de dermatología en Harvard y especialista del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York.
Otro de los grandes inventos en cuanto a protección solar es un nuevo filtro químico denominado Tinosorb S. Este filtro se caracteriza por ser fotoestable (no se descompone con la exposición al sol), liposoluble (se puede mezclar con lípidos en su galénica) y transparente (no deja color blanco en la piel). Es un filtro de "banda ancha", ya que cubre el espectro total de radiación de los rayos UVA (en mayor medida, ya que son más peligrosos) y UVB. Por otra parte, la reparación de la piel tras haber pasado un día de vacaciones al aire libre (sol, viento, agua salada, cloro ) también se hace indispensable. Las fórmulas más desarrolladas de productos after-sun incluyen extractos de microalgas verdes capaces de revitalizar y reparar las células epidérmicas.
A favor
Marina Ruiz, periodista y relaciones públicas
"Para mí es una fuente de energía y relax, uno de los placeres de la vida. Cuando estoy al sol me olvido del estrés; es mejor que el yoga o el terapeuta, y además, gratis. Eso sin contar que el bronceado disimula visualmente la celulitis y las imperfecciones de la piel. Mi mayor placer es tumbarme en la hamaca al borde del mar con esa brisa que no te hace pasar calor, con la cabeza debajo de la sombrilla y leyendo un buen libro. No hay nada igual. Y ese tono dorado o canela (no renegrido) hace la piel más brillante y bonita. Pienso que un ligero bronceado favorece y rejuvenece porque cuando la piel envejece, pierde color y se vuelve opaca y cetrina. Por último, creo que hay mucho 'marketing' alrededor de los protectores solares porque, aunque sé que son estupendos, su papel es 'demonizar' al sol para vender más.
En contra
Leticia B. Carrera, farmacéutica y nutricionista
"Hay personas que disfrutan tomando el sol, nunca lo he podido entender. Desde que era niña me escondía debajo de la sombrilla cuando iba a la playa y aun así me ponía como un tomate. Tumbarme a pleno sol, vuelta y vuelta, me resulta incomodísimo; a pesar del protector solar y de humedecer mi piel con frecuencia, la sensación de calor en el cuerpo durante más de 20 minutos me resulta desagradable, noto cómo va aumentando la temperatura y cómo me quemo poco a poco. Y eso sin pensar en todos sus efectos adversos: melanomas, envejecimiento, manchas , la verdad, no me resulta muy tentador. Ni siquiera por estética; ya no vale esa excusa, hoy existen muchas alternativas para estar morenos sin destrozarnos la piel. Aunque es cierto que el sol es necesario para subir el ánimo y sintetizar vitamina D, vivimos en un país muy soleado y no necesitamos tostarnos para beneficiarnos de sus ventajas".
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