Ruptura rápida sin separación previa

La reforma del divorcio, que previsiblemente entrará en vigor en julio, suprime la necesidad de separarse previamente para pedir el divorcio. Éste podrá solicitarse directamente cuando hayan transcurrido tres meses desde la boda. Hasta ahora debía transcurrir un año desde la celebración del matrimonio para pedir la separación por mutuo acuerdo (el plazo era menor en otros supuestos). Una vez separados, era preciso iniciar un segundo proceso para el divorcio. La reforma mantiene la separación para quien la desee (la Iglesia católica, opuesta al divorcio, sí la admite).

Al pedir el divorcio, habrá que presentar una propuesta de convenio regulador. "La intervención judicial debe reservarse para cuando haya sido imposible el pacto, o el contenido de las propuestas sea lesivo para los intereses de los hijos menores o incapacitados, o de uno de los cónyuges, y las partes no hayan atendido a sus requerimientos de modificación", establece la reforma.