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JULIA y ESTHER | LA REFORMA SOCIAL

"Los niños son nuestro proyecto común"

Ana Alfageme

A Teo acaban de salirle los dos dientes incisivos de abajo. A Julia también, pero además le ha crecido ya un colmillo. Teo es inquieto y sensible. Julia, plácida, el clásico bebé de anuncio. Lo cuenta Julia madre, una de las dos que tienen estos mellizos de 11 meses. La novia de Julia, Esther, es la madre biológica. "Y si ella muriese, o se separase de mí, yo no soy nada de los niños", dice Julia Sevillano, 38 años, editora en una empresa de diseño gráfico en Granada. La ley de matrimonio homosexual será la clave de ese por si acaso. "Yo creo en el amor, el compromiso, la fidelidad y el respeto. Y no en el matrimonio, o por lo menos tal y como se entendía hasta hoy", reflexiona. "Pero me casaré encantada de la vida para poder adoptar a los hijos biológicos de mi pareja. Los niños son nuestro proyecto común, una decisión vital tomada a medias. Y nuestro deseo es poder verlos crecer juntas". Antes de que Esther Vidal, profesora de cocina y socia de un restaurante, también de 38 años, fuera inseminada, Julia se sometió al proceso cuatro veces. No pudo ser. Pero no se rindieron. Por Teo y por Julia, que nacieron el 25 de mayo de 2004, un amigo las llama "las Madres de Mayo".

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Julia siempre se imaginó, sin saber cómo, que viviría en una familia grande. Creció en León, con tres hermanos. Lo ha conseguido: comparte casa con Esther y los mellizos, con Rafa (amigo íntimo de la pareja que además es el padre biológico de los niños) y Rosana, la novia de éste. Junto con Encarni, la mujer que cuida de Teo y Julia cuando ellas trabajan. "Una revista decía que lo del matrimonio homosexual es un fenómeno poltergeist en España, y estoy de acuerdo", se ríe Julia, "me parece histórico. Y muy valiente".

También la vida en común de ambas, 12 años, ha sido un ejercicio de valentía: en el caso de Julia, la de sentarse una tarde ante su madre, viuda, la única persona de su entorno que no sabía su orientación sexual y decirle, con un par de cervezas previas, algo que nunca imaginó que iba a poder pronunciar: "Mamá, soy lesbiana". Madre e hija se echaron a llorar. Pero después todo fue a mejor. Esther tuvo el arrojo de anunciar a sus padres de un tirón: "Estoy embarazada, voy a tener dos niños y Julia es mi novia". La última apuesta por el coraje es salir fotografiadas con sus hijos en estas páginas.

Cuando Julia y Esther pasean por Granada con los niños, les preguntan: "¿Quién es la madre?" Y contestan: "Las dos". Decidirse a tener hijos como pareja femenina consiste en dar explicaciones constantemente. Cada vez que se cambia de pediatra, por ejemplo. O cuando los niños nacieron. Entonces el marido que todos buscaban era Julia.

"Preferiría casarme cuanto antes, me da miedo esta situación por los niños; no me puedo imaginar a mi hermano peleándose por la custodia", dice Esther. ¿Cómo será la boda? "Supongo que con amigos y bailando", responde Julia. "Muy orgullosa de que Esther se quiera casar conmigo, orgullosa de mi vida, que es verdadera, entera. Y con Teo y con Julia, claro".

Julia (izquierda) y Esther, con sus bebés Julia y Teo.
Julia (izquierda) y Esther, con sus bebés Julia y Teo.SOLE MIRANDA

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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