Rodríguez Zapatero no viajará a Roma para la ceremonia de entronización del nuevo Papa

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, envió ayer un telegrama de felicitación al nuevo Papa, pero no viajará a Roma para la ceremonia de su entronización como máximo pontífice del catolicismo, el día 24. Sí estarán los ministros de Exteriores, Justicia y Defensa, acompañando al jefe del Estado, el rey Juan Carlos I. El ya ex cardenal Joseph Ratzinger, ahora Benedicto XVI, criticó recientemente con severidad algunas medidas reformistas anunciadas por el Ejecutivo. La jerarquía católica española, encabezada por el obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, expresó su alegría por la elección del Papa y negó que sea conservador, pero sectores del catolicismo de base manifestaron muchas reservas.

Rodríguez Zapatero hubiera viajado a Roma, como hizo a los funerales por el anterior papa, el polaco Juan Pablo II, si el sustituto de éste hubiera sido un cardenal español o algún prelado hispanoamericano. No lo hará el próximo día 24 a la entronización del alemán Joseph Ratzinger como nuevo papa Benedicto XVI. En cambio, nada más conocer la elección papal, el jefe del Ejecutivo socialista envió un telegrama a la Santa Sede expresando su "voluntad de mantener las históricas relaciones" entre España y la Santa Sede, y "cooperar" durante su mandato.

El texto íntegro es el siguiente: "Santidad, reciba, en nombre del Gobierno de España y del pueblo español, nuestra más calurosa felicitación por su elección como Sumo Pontífice de la Iglesia Católica y con mis mejores deseos para el Pontificado que hoy inicia. Asimismo, le manifiesto la voluntad del Gobierno de España de mantener las históricas relaciones entre España y la Santa Sede y de cooperar con Su Santidad durante su mandato. Aprovecho la ocasión, Santidad, para hacerle llegar el testimonio de mi más alta consideración y estima".

Las críticas del ex cardenal

El ya ex cardenal Ratzinger criticó con dureza, en noviembre del año pasado, el proyecto de legalización del matrimonio homosexual en España -"una legalización destructiva", dijo-, y unió su voz para descalificar lo que algunas jerarquías del catolicismo romano consideraban "fundamentalismo laicista" del Ejecutivo socialista. La directora general de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia, Mercedes Rico, afirmó ayer, sin embargo, que "las expectativas" sobre las relaciones de España con la nueva cabeza visible del catolicismo son "muy positivas".

"Ratzinger siempre ha sido tendente a una serie de reformas internas en la Iglesia para dar más autonomía a las Conferencias Episcopales", dijo. También opinó que la elección del cardenal alemán "era lo esperado". "La opción de Ratzinger era la más probable, dada su experiencia y la acuciante presión mediática". "En la Dirección General de Asuntos Religiosos trabajamos más con la Iglesia española que con el Vaticano. En este sentido, tenemos entendido que Ratzinger siempre ha sido tendente a una serie de reformas internas para dar más autonomía a las Conferencias Episcopales", añadió.

El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, envió varios telegramas de felicitación -al cardenal camarlengo, el español Eduardo Martínez Somalo; al nuncio del Vaticano en España, el arzobispo portugués, Manuel Monteiro de Castro; y al presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez. Éste, obispo de Bilbao, fue elegido hace apenas un mes como sustituto del cardenal Antonio María Rouco al frente de la Conferencia Episcopal y declaró que se había alegrado "muchísimo" por la elección de Ratzinger "porque, sin duda, el dedo de Dios ha estado ahí". "Ha sido una persona providencial durante el larguísimo papado de Juan Pablo II. Es un referente del Concilio Vaticano II. He leído los libros del cardenal Ratzinger desde muy pronto, y ocupan en mi estantería creo que, aproximadamente, un metro", señaló.

Ratzinger tiene publicados en España 37 libros de teología y temas religiosos, entre los que destacan Fe, verdad y tolerancia (el último editado), Caminos de Jesucristo, Ser cristiano en la era neopagana o La sal de la tierra. También está traducida su autobiografía, que presentó él mismo en Pamplona en 1997, Mi vida. Recuerdos (1927-1977), y una biografía con el título Joseph Ratzinger, una biografía, escrita por Pablo Blanco.

El vicepresidente de la Conferencia Episcopal, el arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, quiso "desmentir" los calificativos de conservador y hombre de hierro del nuevo Papa, informa Isabel Salvador. "Se han utilizado estereotipos interesados de política eclesiástica o de otro tipo", utilizando como símil las películas de vaqueros "de buenos y malos, progresistas y conservadores". "El papa Benedicto XVI no entra dentro de esas calificaciones", concluyó el primado de la Iglesia española.

El arzobispo de Pamplona y Tudela y ex vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Fernando Sebastián, también calificó de injustas las críticas que ha recibido el cardenal Ratzinger durante el periodo que ha estado al frente de la Congregación de la Doctrina de la Fe, muchas de ellas reiteradas ayer por numerosos colectivos del catolicismo de base en España. "Esas duras críticas de los sectores más progresistas de la Iglesia y de los sectores más representativos del laicismo de fuera de la Iglesia a él le han tenido que hacer sufrir", dijo.