La mortalidad en el Severo Ochoa en el último mes es similar a la de 2004

La mortalidad en el hospital Severo Ochoa, de Leganés, ha sido similar en el último mes a la de 2004. En el primer mes tras el relevo de Luis Montes como jefe de urgencias, fallecieron 57 pacientes en el centro (52 en planta y 4 en urgencias). La mortalidad media de los últimos seis meses de 2004 es de 55 pacientes (44 en planta y 11 en urgencias). Los médicos atribuyen el descenso en urgencias a que la consejería ha acelerado el ingreso en planta de pacientes terminales. El consejero de Sanidad de Madrid, Manuel Lamela, insistió ayer en que los números le dan la razón en las destituciones. El grupo de expertos, designado por la consejería, se reunió ayer por primera vez, pero su composición íntegra se mantiene secreta "para garantizar su independencia".

Lamela destacó ayer que, "desde que se destituyó al doctor Montes, se han registrado menos muertes en el servicio de urgencias del hospital de Leganés, anteriormente con un índice de muertes muy alto". Lamela relevó a Montes, al gerente y al director médico del centro tras una denuncia anónima sobre sedaciones excesivas a pacientes terminales en urgencias. Uno de los argumentos de la consejería era la elevada mortalidad en urgencias, superior a la de hospitales similares. El Severo Ochoa tiene dos habitaciones para pacientes terminales en urgencias. La mortalidad total del centro era menor que la de los hospitales cercanos.

La mortalidad media en el hospital de Leganés en la segunda mitad de 2004 fue de 55 pacientes al mes. De ellos, 44 fallecían en planta y 11 en urgencias, según los datos oficiales de la consejería. La mortalidad en la primera mitad del año 2004 fue mayor, porque aún no había abierto el hospital de Fuenlabrada.

En los 33 días siguientes a la destitución de Montes, fallecieron en el centro 57 pacientes (52 en planta y 5 en urgencias), según informa Efe, que cita los datos de actividad asistencial del centro. Así, la mortalidad total fue similar a la de 2004: el descenso de muertes en urgencias se compensó con el aumento de muertes en planta.

Un médico de urgencias que prefiere no dar su nombre por miedo a represalias afirma que, desde que Sanidad abrió la crisis, "se ha acelerado la subida de enfermos a planta". "Incluso ha venido el nuevo gerente para acelerar la salida de urgencias, cuando antes nunca había camas en planta", añade.

La presidenta de la junta de personal, Isabel Serrano, de CC OO, asegura que Sanidad ha mejorado el funcionamiento de las habitaciones de cuidados paliativos: "Antes había seis camas, que generalmente usaba medicina interna y ahora son seis habitaciones y en cada una han puesto dos camas para enfermos terminales. En el centro hay la impresión de que muere más gente en planta y menos en urgencias".

Por otra parte, ayer se reunió por primera vez el comité de expertos que ha creado la consejería para analizar las sedaciones en urgencias. Sanidad no dará la relación íntegra de miembros de la comisión. Un portavoz de la consejería destacó que "no se facilitará ni el método de trabajo, ni el plazo, ni la composición del comité para garantizar la independencia de sus miembros".

El presidente de la comisión deontológica del Colegio de Médicos de Madrid, Miguel Casares, criticó el secretismo y denunció que el comité no tiene precedentes: "La consejería tiene sus inspectores, que ya han analizado el caso, sin hallar mala praxis. Esta comisión es, por lo menos, anormal y más si se desconoce la composición. Para que sus conclusiones sean válidas, lo ideal es que sea un comité público y aceptado por las partes, cosa que aquí no ocurre".

Los inspectores de Sanidad concluyeron el 22 de marzo pasado que "las historias clínicas de los pacientes asistidos en urgencias y que fallecieron tras administrarles sedación pautada, no permite obtener evidencia suficiente, pertinente y válida, tanto para poder afirmar como descartar la existencia de mala praxis". Los inspectores no hablaron con los médicos.

Con ese informe, Lamela, afirmó que 25 fallecidos en Leganés habían recibido una sedación "irregular, no indicada, indebida o en exceso" y anunció la creación de un comité de expertos formado por seis médicos de Leganés y tres propuestos por la consejería. El 12 de abril, la consejería anunció la creación de un comité de nueve miembros, de los cuales, seis serían propuestos por la consejería o por alguno de sus órganos. Lamela reservó tres vocales para las sociedades médicas. La Sociedad Española de Cuidados Paliativos y la Organización Médica Colegial no estarán en la comisión al no considerarla independiente. Sólo el Colegio de Médicos de Madrid aceptó nombrar un vocal, Vicente Moya Pueyo. Será el único miembro que no ha designado la consejería.

Entre los nombres que han trascendido están los médicos Francisco López Timoneda, Manuel González Barón y Hernán Cortes Funes. Además está la presidenta del Comité de Ética de la Comunidad de Madrid, Dolores Crespo. Los médicos de Leganés critican la presencia de González Barón porque, pese a ser jefe de oncología de La Paz, no ha promovido una unidad de cuidados paliativos en el centro. De Francisco López Timoneda, critican que ha escrito artículos defendiendo que sólo los anestesistas pueden practicar sedaciones.