Más de diez mil personas exigen en Madrid el cese de Lamela por su gestión de la crisis de Leganés

Alrededor de diez mil personas, según fuentes policiales, 30.000 según los organizadores, se han manifestado esta tarde en Madrid en favor de la sanidad pública y para pedir el cese del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Manuel Lamela, que destituyó a la cúpula médica del hospital Severo Ochoa de Leganés a raíz de una denuncia anónima sobre presuntas sedaciones irregulares.

La manifestación, que ha partido de la plaza de Cibeles pasadas las siete de la tarde, ha contado con la participación del principal damnificado en esta crisis, el ex coordinador de Urgencias Luis Montes, uno de los tres responsables destituidos por Lamela tras recibir las denuncias.

Detrás de una pancarta en la que se leía "En defensa de la sanidad pública y por la dignidad de los trabajadores", se han situado los secretarios generales madrileños de los sindicatos convocantes, CC OO y UGT, Javier López y José Ricardo Martínez, y los dirigentes madrileños del PSOE, Rafael Simancas, y de IU, Fernando Marín.

La portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Trinidad Jiménez; el alcalde de Leganés, José Luis Pérez Ráez; los regidores de Fuenlabrada y Alcorcón, Manuel Robles y Enrique Cascallana, y diputados del PSOE e IU de la Asamblea, entre otros representantes políticos, han participado también en la protesta. Junto a los políticos han desfilado también muchos médicos, vestidos con batas blancas, y numeroso personal sanitario. También ha habido una nutrida representación de vecinos de Leganés y ciudadanos que han gritado consignas en defensa del sistema público de salud y contra la política sanitaria del Gobierno de Esperanza Aguirre (PP).

La marcha ha concluido a las puertas de la Consejería de Sanidad, donde se ha leído un manifiesto solicitando la destitución del consejero de Sanidad y se ha afirmado que la crisis del hospital de Leganés ha puesto de manifiesto las carencias del sistema público madrileño.

Previamente, los trabajadores del hospital Severo Ochoa de Leganés han vuelto a concentrarse, como cada mediodía, a la puertas del centro sanitario y han anunciado que si a la administración regional "le parecen pocas 11.000 firmas" -las presentadas ayer en el registro de la Consejería-pidiendo su cese, "va a tener 25.000 el próximo mes de mayo".

Nuevas denuncias

En el ámbito judicial, el titular del juzgado número 3 de Leganés ha citado a declarar como imputado a un médico del hospital Severo Ochoa contra el que se querelló la familia de un paciente que murió en este centro y otro juzgado ha admitido a trámite la denuncia de los familiares de otro enfermo que falleció. Además, la Fiscalía está a la espera de que la consejería de Sanidad le remita los historiales clínicos que le ha solicitado de trece pacientes cuya sedación "no está suficientemente aclarada". Por su parte, la ministra de Sanidad, Elena Salgado, ha hecho un llamamiento para que se espere a los resultados de esta investigación, ha eludido pronunciarse sobre la manifestación de esta tarde y ha reiterado que, en su opinión, la crisis del Severo Ochoa no se ha gestionando de una forma prudente y el resultado "está a la vista de todos".

Comité "clandestino"

También en el terreno político, el líder del PSOE de Madrid, Rafael Simancas, ha calificado de "clandestino" el comité de expertos designado por la Comunidad de Madrid para investigar el caso y ha advertido de que éste realizará un informe "a la carta" tras la negativa del Gobierno regional a revelar el nombre de alguno de sus integrantes. En todo caso, ha dicho que tiene "la mano tendida al Gobierno regional, para superar la crisis que ha generado en el Hospital Severo Ochoa de Leganés", a lo que el portavoz del PP, Antonio Beteta, ha respondido que "la mano tendida de Simancas es al cuello".