Pilar Lozano conciencia sobre la integración en las aulas en un libro ganador del Premio Barco de Vapor

La editorial SM concede cada año, desde hace 27, el premio de literatura infantil Barco de Vapor, que tiene una cuantía de 100.000 euros. Esto le convierte en el quinto galardón literario con más dotación económica de España, y uno de los primeros del mundo de un concurso de libros para niños. Por eso Pilar Lozano (Sabadell, 1953), ganadora hace unos días del premio de 2005 con Siete reporteros y un periódico, reivindica la atención de los medios. SM sacará a la venta a principios de abril su obra, que compitió con otros 225 originales. "Soy periodista y me dedico a la literatura de una forma marginal, por eso esta placa me hace mucha ilusión. Es como si certificara que soy capaz de escribir para niños después de cinco libros", explica Lozano, quien no pretende dar el paso a la prosa para adultos. "Lo que me divierte son los niños, no los mayores", argumenta.

Siete reporteros y un periódico está protagonizado por un niño de clase media -de padre periodista y madre publicista- que estudia en un colegio concertado de Madrid. Un día pone un anuncio en la escuela con el propósito de crear un diario, y su sorpresa es mayúscula cuando quienes se apuntan no son sus amigos, sino otros niños no integrados en los que nunca había reparado: un niño inmigrante con problemas con el idioma, un adoptado, una niña con sobrepeso... En ese momento, el protagonista, que es el director del periódico, toma contacto con la realidad y se da cuenta de que hay otros sectores más desfavorecidos en la sociedad. "Aunque soy catalana, he localizado la historia en Madrid, que es donde vivo, porque en esta ciudad se da más la convivencia de distintas clases en los colegios", dice.

"Todos los niños luchan por una causa común y se produce la integración. Pero es un libro muy divertido, no tan serio como pueda sonar", adelanta la autora, que también escribe poesía infantil. "Dar lecciones me parece fuera de lugar. Los niños entienden más de lo que les rodea de lo que pensamos. Un buen relato infantil es el que aguanta la lectura de un adulto al que le hace gracia", prosigue.

El fenómeno de Harry Potter, en su opinión, ha tenido unos saludables efectos para los hábitos de lectura entre los más pequeños: "Se han dado cuenta de que un libro muy grueso puede ser divertido y se han animado a seguir leyendo". Aunque Siete reporteros y un periódico es un libro para niños de entre 9 y 11 años, una edad algo menor de la de los lectores de J. K. Rowling. "Cuanto más mayores son menos leen, porque sus padres dirigen menos sus lecturas y se dedican más a los estudios", sostiene Lozano. "La editorial quiere meter este libro en los colegios porque les parece que puede trabajarse muy bien con él en clase. Refleja el ambiente en las aulas y además enseña el proceso de elaboración de un periódico", añade la autora de ¡Ay, que risa de madrastra! y El baúl del tatarabuelo. Y recuerda que la media de ejemplares por edición de los libros infantiles (4.124) es tan sólo ligeramente inferior a los de adultos (4.200). Ella es una privilegiada y Siete reporteros y un periódico saldrá con 25.000 entre España e Hispanoamérica, donde se cambiarán algunos modismos.