La política de defensa de EE UU mira de nuevo al Cono Sur
El jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, efectúa una gira por Argentina y Brasil
Tras un largo periodo con la visión centrada en otras zonas del mundo, en especial Oriente Próximo, EE UU volvió ayer su atención sobre la política militar del Cono Sur americano con la visita que el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, realizó a Argentina y que continuará en Brasil. En Buenos Aires, Rumsfeld alabó el compromiso argentino con la lucha por la "seguridad global" y su papel en la estabilización de Haití, bajo la bandera de la ONU.
"Tenemos desafíos comunes a los que enfrentarnos", destacó el secretario de Defensa en presencia de su homólogo argentino, José Pampuro, con quien trató, entre otras cuestiones, la realización de maniobras conjuntas entre los Ejércitos de los dos países, algo calificado por el argentino como "entrenamiento imprescindible". Estas maniobras se realizarán probablemente en 2006.
Rumsfeld llegó a Buenos Aires con un objetivo concreto: conseguir la colaboración del Gobierno del país para que el espacio aéreo argentino sea vigilado dentro de la estrategia estadounidense de lucha contra el terrorismo y también -y no menos importante- contra el narcotráfico en el continente. A tal efecto resulta fundamental la modernización de, al menos, tres radares capaces de detectar la altura, velocidad y tipo de objeto de las aeronaves que atraviesen los cielos argentinos. Se trata de un instrumento que puede resultar decisivo contra el transporte de droga a bordo de pequeñas aeronaves. No obstante, en Argentina hay ciertas reticencias a dicha modernización y, por lo trascendido ayer tras la entrevista entre Rumsfeld y Pampuro, no ha habido avances significativos en el asunto.
En la hora y media de reunión que mantuvieron Pampuro y Rumsfeld también se trató de la financiación de la fuerza expedicionaria argentina en Haití. El Gobierno argentino tiene desplegados en la isla caribeña a más de 500 militares que actúan principalmente en la zona de Gonaives y que han tenido un destacado papel tanto en el control de incidentes armados como durante las importantes inundaciones que recientemente han afectado a la isla.
Otro mensaje que Washington ha querido transmitir con esta visita relámpago es que no pierde de vista la evolución de los acontecimientos políticos en la región, donde si bien es cierto que la mayoría de los Gobiernos defienden posiciones políticamente contrarias a George W. Bush, en materia de Defensa y cooperación internacional no se han producido desencuentros de importancia. A pesar de ello, en EE UU preocupa el rearme del régimen venezolano de Hugo Chávez, que puede alterar el equilibrio regional, máxime cuando una parte importante de dicho rearme -sobre todo en forma de aviones de combate- es facilitada precisamente por Brasil. Éste será un tema que, probablemente, tratará el secretario de Defensa con el Gobierno brasileño. Rumsfeld tiene previsto entrevistarse con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
La presencia de Rumsfeld en Argentina provocó algunas protestas, la más importante de las cuales fue la convocada por los piqueteros del Movimiento de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón, que cortaron durante algunas horas una importante vía que conecta la capital federal argentina con la localidad de Avellaneda, en la provincia de Buenos Aires. En previsión de incidentes, las autoridades argentinas desplegaron fuertes medidas de seguridad durante la visita que incluyeron la movilización de compañías de policía antidisturbios y de helicópteros de vigilancia.
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