La UPV organiza por primera vez encuentros sectoriales con empresas

La UPV ha abierto una nueva vía en su intento de potenciar su relación con el tejido productivo vasco. Los responsables de la universidad pública están convencidos de que una proporción relevante de la investigación puntera que se realiza en sus laboratorios puede resultar beneficiosa para numerosas empresas que, por desconocimiento o desconfianza, desechan la alternativa académica y optan por otras posibilidades, casi siempre más costosas. La herramienta ideada para corregir esta tendencia se llama "encuentro sectorial" y la ha diseñado la Dirección de Relaciones con la Empresa de la UPV.

"En la Sociedad de la Innovación en la que estamos inmersos, la universidad interpreta un papel fundamental como agente emprendedor. De hecho, en la Declaración de Bolonia, se define como uno de los elementos principales en el crecimiento de la economía del país mediante la transmisión de los resultados de la investigación universitaria al sector productivo", explica su director, Iñaki Largo.

Esta iniciativa consiste en reunir a equipos de investigación universitarios de una determinada área con un grupo de firmas cuya producción esté vinculada con ese campo. En diferentes reuniones de trabajo se podrá constatar hasta qué punto convergen los intereses de unos y los estudios de otros y qué mejoras puede suponer para ambos abrir una fase de colaboración. En principio, los sectores con los que se pretende establecer contacto son aquellos cercanos a las líneas principales de los grupos de investigación. "Estamos interesados en incidir en aquéllas que ayuden a superar los retos actuales de nuestra forma de vida, como todo lo relacionado con el cumplimiento del Protocolo de Kyoto, seguridad alimentaria, biociencias, etcétera", detalla Largo.

La industria alimentaria ha sido el sector elegido para comenzar las reuniones. La pasada semana, 14 grupos de investigación y una veintena de empresas, entre las que se hallaban Eroski, Bodegas Faustino o la asociación de fabricantes de sidra de Guipúzcoa, se encontraron en el campus de Álava y el resultado, según el responsable de la UPV, fue "muy positivo". "La receptividad ha sido muy alta y se han fijado una serie de acciones que, a buen seguro, culminarán en proyectos conjuntos de investigación".

Este acercamiento mutuo permitirá, tal y como defienden los promotores de esta idea, que, por un lado, las empresas dispongan de la colaboración de un centro de I+D "de muy alto nivel", algo complicado para las firmas más pequeñas, y que, por otro, la UPV cumpla con su misión de transferir al entorno social los resultados de su investigación.

Sin embargo, y pese a las buenas perspectivas tras la celebración del primer encuentro, Iñaki Largo admite que tan sólo han dado el paso inicial. "La franja que ha separado la universidad de la empresa, por diversos motivos, era muy amplia, pero, por fortuna, cada día que pasa las dos instituciones son conscientes de que el futuro es común", dice. De hecho, estas distancias han obligado a la UPV a realizar una ardua labor de identificación y de convencimiento a la empresa sobre la conveniencia de acudir al encuentro.

A ello se ha sumado la dificultad de conciliar el lenguaje y cultura empresarial con el universitario, tarea que, según confiesa Largo, no ha resultado fácil. Una vez superado este obstáculo, la meta es conseguir la mayor sintonía entre el grupo de investigación y la empresa y así poder estudiar entre los distintos programas de promoción de la investigación de ámbito regional, nacional y europeo el más adecuado para poner en marcha un proyecto conjunto.

Pese a que los frutos de esta iniciativa no tendrán consecuencias inmediatas, Iñaki Largo considera que empresa y universidad tienen que seguir en el empeño de "hacer el camino juntos". "Creo que con iniciativas como ésta hallaremos puntos de encuentro y fines comunes en cuanto a la investigación, lo que redundará en efectos francamente positivos a medio plazo", apostilla.