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Blair intenta atraer el voto de los jubilados con el nuevo presupuesto

El ministro de Finanzas presenta en los Comunes unas cuentas para 2005 de claro perfil preelectoral

Gordon Brown presentó ayer un presupuesto para el año 2005 (que empieza el 1 de abril) de indiscutible perfil preelectoral. "Es un presupuesto para pensionistas y trabajadores", proclamó el ministro de Finanzas. "Es el presupuesto del vota hoy y paga mañana", denunció el líder de la oposición, Michael Howard. Es un presupuesto fiscalmente neutro y lleno de pequeños pero jugosos premios diseñados para ir a la caza del voto de pensionistas, familias, trabajadores y minorías.

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Tony Blair lanzó la semana pasada la campaña electoral en materia de seguridad con una teatral batalla en Westminster, cuyo objetivo era demostrar que el laborismo es más duro que nadie con los terroristas. Ayer, Gordon Brown lanzó la campaña económica. "Gran Bretaña vive el periodo más largo de crecimiento económico sostenido desde que empezaron a registrarse datos en 1701", dijo al arrancar su presentación en los Comunes.

Y desgranó el rosario de estadísticas que demuestran la solidez de la economía británica desde que los laboristas llegaron al poder y él tomó las riendas del Tesoro. Desde las previsiones de crecimiento (de 3 a 3,5%), inflación (1,75%) o deuda pública (34,4% este año, 37,1% en 2010) a la creación de 2,1 millones de empleos desde 1997, 50 trimestres consecutivos de crecimiento económico, la mitad de paro que en Alemania, etcétera.

Brown ha presentado unos presupuestos fiscalmente neutros que tienen la cualidad -poco habitual en vísperas electorales- de aumentar más los ingresos que los gastos mediante un programa de lucha contra el fraude fiscal. El ministro de Finanzas ha decretado una congelación generalizada de tipos (incluido el impuesto de gasolina, por segunda vez consecutiva), excepto las llamadas mercancías pecaminosas: cerveza (sube 1,34 céntimos de euro por pinta), vino (5,75 céntimos de euro por botella) y sobre todo el tabaco (10 céntimos de euro por paquete).

Con ese perfil fiscal, la atención mediática del presupuesto se ha centrado en la pedrea de caramelos repartidos a los posibles votantes. Los pensionistas, uno de los grupos sociales con más alta participación electoral y con gran tradición de apoyar al Gobierno, sea del color que sea, han sido los más beneficiados: una paga extra de 200 libras (287 euros) para compensarles por las subidas de los impuestos locales, la garantía de que la pensión no bajará nunca de las 119 libras semanales (740 euros al mes), abolición de las cargas al sistema público de salud para los mayores de 65 años, autobuses locales gratuitos para todos los pensionistas británicos.

Las familias se beneficiarán del aumento del mínimo para pagar impuestos en la compra de la primera vivienda (no devengarán la tasa las viviendas con un precio inferior a 175.000 euros), extensión a un año de la baja por maternidad, aumento del 13% durante tres años de las deducciones fiscales por hijo, etcétera. Brown no se olvidó de las minorías: las parejas de hecho, por ejemplo, tendrán el mismo tratamiento fiscal que los matrimonios.

A la espera de poder lanzar alternativas concretas durante la campaña, los tories se limitaron ayer a intentar descalificar a Brown: "Lo que te da con una mano te lo quita con la otra. Esto es el presupuesto del vota hoy, paga mañana", clamó el líder de la oposición, Michael Howard.

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