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Reportaje:

Retratistas por mandato eclesial

El PP pide medidas al Parlament para evitar que las parroquias barcelonesas impongan sus propios fotógrafos en las bodas

Mar Padilla

La celebración de una boda religiosa es un esfuerzo logístico al que debe sumarse una cuestión en absoluto baladí: la elección del fotógrafo para la ceremonia en la iglesia, que, a tenor de las denuncias del PP, es en ocasiones impuesto por la propia parroquia.

El grupo parlamentario del partido conservador -en cuyas filas, por cierto, militan numerosos creyentes- ha pedido en el Parlament que el Gobierno catalán tome "las medidas necesarias" para evitar las prácticas "que limitan el derecho" de los novios a escoger libremente a los fotógrafos que les harán el reportaje gráfico de su boda durante la ceremonia religiosa y evitar así que la parroquia imponga a sus fotógrafos.

En una proposición no de ley que el Parlament admitió a trámite el pasado 8 de marzo, los populares argumentan que las personas que celebran una boda, un bautizo o una comunión "acostumbran a alquilar los servicios de profesionales para que elaboren un reportaje gráfico de la ceremonia o decorar la iglesia con flores".Y añaden que "es habitual" que en determinadas iglesias "se obligue a los ciudadanos a tener que contratar estos servicios a profesionales o empresas que realizan esta tarea, en exclusiva, para cada iglesia". Este sería el caso, según el PP, de Santa Maria Reina, el Sagrat Cor del Tibidabo, la Mercè, la Concepció, Nostra Senyora del Pi, Pedralbes y Valdonzella, de la ciudad de Barcelona, las parroquias que tienen mayor demanda de celebraciones de boda.

"Estas exclusivas deben erradicarse", denuncia la asociación de fotógrafos de Barcelona

Los populares recuerdan, además, que la Asociación de Fotógrafos Profesionales de España; la de los Profesionales de las Comarcas de Girona, de Lleida y de Tarragona; la Asociación de Fotógrafos Profesionales de las Comarcas de Cataluña; el Gremio Comarcal de Fotografía y Vídeo de Terrassa, y la Asociación de Fotógrafos de Barcelona ya han denuncido estos hechos ante el juzgado y piden que se cumpla la Ley de Defensa de la Competencia.

Un portavoz del Grupo Popular explicó ayer que "le resulta un poco extraño el férreo control de las puertas de algunas parroquias" en las que se impide entrar a fotógrafos contratados por los novios, "lo que genera no pocos problemas a éstos, cuando tienen todo el derecho a decidir quién debe ser la persona que debe retratarlos en ese día".

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Manel Gracia, presidente de la Asociación de Fotógrafos de Barcelona y profesional de la fotografía desde hace más de 30 años, aseguró que "estas prácticas son habituales desde hace demasiado tiempo" y que algunos de estos fotógrafos tienen acuerdos económicos con algunas de las parroquias. "Estas exclusivas" eclesiales "deben erradicarse", denunció Gracia, según el cual esta actitud "es un atentado contra la libertad de elección de profesionales por parte de los novios y contra el trabajo" de estos profesionales. Gracia recuerda el caso de una boda en la que el hermano de la novia, fotógrafo profesional, no pudo hacer las fotos "porque el fotógrafo de la iglesia se lo impidió". En estas situaciones, en las que a veces "se ha llegado a las manos", según Gracia, muchos novios optan por acatar la imposición "para no deslucir" su propia boda y evitar problemas. En opinión de este fotógrafo, esta actividad "también es intrusismo, porque en muchas ocasiones los fotógrafos de las iglesias son sólo aficionados, y esto perjudica a la profesión". Gracia recordó que el pasado mes de enero se presentó una demanda contra la parroquia del Sagrat Cor del Tibidabo por presunta imposición de fotógrafo por parte de dicha iglesia.

No obstante, fuentes de la parroquia del Tibidabo niegan rotundamente estas acusaciones. Oriol Oliveras, rector de esta iglesia, subrayó que en la parroquia "no se ha negado la entrada a nadie" y que lo único que se pide a los fotógrafos de las ceremonias es "respeto" a la hora de llevar a cabo su trabajo durante la celebración. "Es que hay fotógrafos que se suben a los bancos de la iglesia para hacer fotos, y eso no puede ser", subraya Oliveras, quien admite que en los cursos prematrimoniales se advierte a los novios de las condiciones que se deben cumplir durante el transcurso de la ceremonia, "pero no se les impone ningún fotógrafo" ni "jamás se les ha cobrado dinero o comisiones por ello".

Oliveras se lamentó ayer de "la falta de verdadera fe" de los novios en algunas de las actuales ceremonias religiosas. "La iglesia es la casa del Señor y la casa de todos", dijo el rector, "pero eso no significa que todo el que quiera puede hacer aquí lo que le venga en gana".

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Sobre la firma

Mar Padilla
Periodista. Del barrio montañoso del Guinardó, de Barcelona. Estudios de Historia y Antropología. Muchos años trabajando en Médicos Sin Fronteras. Antes tuvo dos bandas de punk-rock y también fue dj. Autora del libro de no ficción 'Asalto al Banco Central’ (Libros del KO, 2023).

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