_
_
_
_
_

Maragall advierte síntomas de involución en la política autonómica del PSOE

El presidente de la Generalitat aboga desde Uruguay por "dejar reposar el soufflé catalán"

Francesc Valls

"Hay que dejar reposar el soufflé catalán". Ése fue el diagnóstico en que se fundamentó ayer el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, para no referirse a la situación política catalana, en la que hay que "poner vaselina", según dijo. Maragall adelantará unas horas su regreso de Montevideo, donde asistió a la toma de posesión del primer presidente de izquierdas de la historia de Uruguay. El motivo de acortar su visita es no estar ausente en la crisis y, previsiblemente, atajar el nuevo frente que se abrió ayer tras manifestar que advierte signos de involución autonómica en el PSOE y en el Gobierno central.

Más información
Montilla admite que Maragall carece de pruebas del cobro del 3%
El presidente del Parlamento catalán pide "autocrítica" al jefe del Gobierno
Carod y Piqué culpan por igual a Maragall y Mas de la crisis política
El PP amenaza con una moción de censura si Maragall no celebra un pleno sobre el cobro del 3%

Maragall llegó a mediodía de ayer (hora española) a la capital de Uruguay con ánimo de pacificar la crisis catalana. "No hablaré de Cataluña", advirtió. "Sólo política y España", reiteró. Todo inicialmente transcurría de acuerdo con el guión de calma y sosiego que los cánones políticos recomendaban. Sin embargo, en lo que ya es tradición entre las primeras autoridades catalanas -Pujol era un especialista en buscar la unidad interior contra la amenaza exterior-, Maragall advirtió de que nadie debe intentar desde fuera aprovecharse de la crisis o de la debilidad, y aseguró: "Cataluña no bajará la guardia, ni quiere perder peso en el debate autonómico sobre el futuro de España". De esta manera, al tiempo que dejaba enfriar el soufflé, aludía a la entrevista que el pasado lunes realizó la cadena SER al presidente andaluz, Manuel Chaves, en la que éste se mostró contrario a reformar el artículo 2 de la Constitución para introducir la relación de naciones, nacionalidades, comunidades nacionales o regiones en la Ley Fundamental reformada, tal como Maragall propugna.

"Parece que haya un golpe de freno a la evolución autonómica", sentenció. "España está viviendo una fase muy interesante y hay muchas cosas que ahora se pueden plantear", agregó, aunque observó "ciertas actitudes en el socialismo español y en el Gobierno que antes me parecían claras y ahora se están replegando".

Polémica con Chaves

"No quiero declarar la guerra a Chaves, debo analizar lo que dijo con mayor profundidad, pero hay un encogimiento, un envaramiento en las actitudes", subrayó un Maragall que eludió personalizar en exceso la confrontación con su homólogo andaluz. "Estamos a la expectativa, y estoy seguro de que nos entenderemos", precisó.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

[El portavoz de la Junta de Andalucía, Enrique Cervera, rechazó ayer que pueda "apreciarse ningún tipo de repliegue ni rectificación" en la tesis de Chaves de que ninguna reforma estatutaria puede suponer una modificación "unilateral" de la Constitución ni condicionar el sistema de financiación].

Discrepancias similares con dirigentes destacados del PSOE han sido formuladas en otras ocasiones y de manera discreta desde el Gobierno catalán, pero ayer su presidente las explicitó: "Hay un tira y afloja; el propio ministro de Administraciones Públicas hizo recientemente unas afirmaciones y posteriormente me envió una carta en que las justificaba pero también dejaba las puertas abiertas". Las discrepancias también existen sobre la financiación autonómica porque, a juicio de Maragall, el futuro de la España plural depende más de la fórmula de financiación catalana que de la de Euskadi. Todo ello hará inevitable que se hable de algo que encuentra serias reticencias en el seno del PSOE, la publicación de las "balanzas fiscales o de cómo quiera llamárseles", según el presidente de la Generalitat, "porque eso acabará sucediendo". "Porque lo que pase en Cataluña es lo que definirá al Estado por los próximos 25 años", sentenció.

Maragall pasó de puntillas sobre ese conflicto en Cataluña, originado durante el debate parlamentario sobre el Carmel al sugerir que CiU cobró comisiones del 3% en la adjudicación de obra pública. "Hay que dejar reposar el soufflé catalán, porque si no nos accidentaremos todos; debemos poner vaselina a la situación, porque lo que está pasando no es bueno para nadie", subrayó Maragall. Y agregó: "El interés del cargo que ostento es el de no hablar y enfriarlo lo máximo posible".

Pasqual Maragall (izquierda) conversa con Enrique Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo.
Pasqual Maragall (izquierda) conversa con Enrique Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo.EFE

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_