La Asociación de Víctimas del Terrorismo rompe con Peces-Barba tras rechazar Zapatero destituirle

La junta directiva de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) se reunió ayer en La Moncloa con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al que le pidió la destitución de Gregorio Peces-Barba como Alto Comisionado para las Víctimas del Terrorismo. Zapatero rechazó la petición y reafirmó su apoyo y confianza en el veterano político. La AVT, el colectivo más antiguo y con más víctimas asociadas (sobre todo de ETA, pero también del 11-M y de los GRAPO) decidió romper relaciones con el alto comisionado, sobre el que lanzó graves acusaciones.

La reunión en La Moncloa, de casi una hora y cuarto de duración, sirvió para dejar la situación más o menos como estaba. Es decir, con la AVT manteniendo la petición de dimisión o destitución de Peces-Barba y con el apoyo firme del Gobierno, ya que el nombramiento fue hecho personalmente por Zapatero.

Acabado el encuentro, compareció ante la prensa en solitario Francisco José Alcaraz, presidente de la AVT. Ningún cargo de la Presidencia quiso hacer declaraciones públicas sobre el encuentro, "por respeto a las víctimas" y para no azuzar más la polémica, según fuentes de La Moncloa. El máximo dirigente de la AVT le explicó al presidente del Gobierno que Peces-Barba no goza de su confianza ni les ofrece ninguna credibilidad. "Hemos recibido centenares de peticiones de asociados que nos decían que si no pedíamos el cese del alto comisionado se borraban... Bueno hemos recibido un mensaje de apoyo, pero se trata de una amiga de Peces-Barba", resumió.

Alcaraz aseguró que su animadversión hacia Peces-Barba se debe a las declaraciones de éste antes de la manifestación del pasado 22 de enero en Madrid (la de la supuesta agresión a José Bono), a su inasistencia a la marcha, a las declaraciones posteriores y "por negar que en la conversación que mantuvimos con él el 26 de febrero nos propuso que, ante una posible tregua, pensáramos en nuestro fuero interno la posibilidad de una amnistía de presos de ETA sin delitos de sangre", según Alcaraz.

Peces-Barba ha negado este extremo en varias ocasiones, la última, la semana pasada en la Comisión Constitucional del Congreso. "Al negarlo calumnia, miente y falta a la verdad", afirmó Alcaraz. El ataque de la AVT al alto comisionado se suma al del PP, que durante la comisión pidió la dimisión de Peces-Barba, quien fue apoyado por el resto de los grupos. Alcaraz dijo al respecto: "Jamás me gustaría salir fortalecido de una comisión en la que me apoye el PNV y ERC, los amigos de ETA y los cómplices de muchísimas actividades de la banda terrorista. Jamás querría su apoyo, jamás querría su aplauso".

El presidente de la AVT anunció que la asociación mantendrá rotas las relaciones con el alto comisionado, que no con el Gobierno, mientras Peces-Barba siga en el cargo. La organización celebrará en breves fechas la asamblea anual de socios, donde se volverá a plantear la petición de que el veterano político deje el cargo para que sea refrendada por sus 6.000 asociados. Rodríguez Zapatero insistió en que el nombramiento fue decisión suya y que Peces-Barba, a quien conoce desde hace 24 años, goza de su máxima confianza y ha realizado "una gran labor". El Consejo de Ministros que se celebrará el 11 de marzo, primer aniversario de la matanza, aprobará el primer catálogo de medidas que el alto comisionado le ha reclamado al Gobierno en favor de las víctimas del terrorismo.