"Contemplo mi existencia como una obra de arte"
No le ha costado volver a aquellos territorios del horror para reconstruirlos en imágenes. Imre Kertész (Budapest, 1929) ha conseguido congelarlos en una distancia larga, pero con una presencia constante en su vida y ha sido siguiendo ese camino, del que pocas veces se ha desviado, como ha llegado a escribir el guión de su novela Sin destino, planteándoselo como un ejercicio artístico y no de exorcismo personal.