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Elvira Lindo gana el Biblioteca Breve con una historia de dos mujeres

'Una palabra tuya', que narra la vida de dos barrenderas, habla de piedad y de dignidad

"He escrito esta historia con la cabeza fría y el corazón caliente", afirmó ayer Elvira Lindo en Barcelona, poco después de hacerse público el fallo del Premio Biblioteca Breve 2005, que convoca la editorial Seix Barral, dotado con 30.050 euros. "He trabajado en su estructura para que cada capítulo tuviera más fuerza que el anterior, pero lo he escrito de manera arrebatada". Una palabra tuya relata la vida de dos barrenderas, sus ilusiones, sus miedos y tropiezos.

Tras oír al jurado del 19º Premio Biblioteca Breve -séptimo de su segunda etapa iniciada en 1999-, a buena parte del personal que asistió a la conferencia de prensa le entró ganas de abalanzarse sobre la novela. Habrá que esperar hasta el próximo 17 de febrero.

Adolfo García Ortega, director de Seix Barral, afirmó que se trata de una "historia muy sólida de dos mujeres, con humor, amor, tragedia y comedia, contrapuestas y complementarias". "Lindo ha explorado a fondo el universo femenino y sus dos personajes van a perdurar".

Rosario y Milagros son barrenderas y se conocen desde niñas. "Una de ellas siente la felicidad de tener un trabajo fijo. La otra lo ve con amargura. Quería ser otra cosa, está furiosa y rabiosa. Su idea de sí misma no coincide con lo que los demás piensan de ella. La vida no le ha dado, ni en el trabajo ni con los hombres, lo que ella deseaba. Trabaja de madrugada, mientras los demás duermen o vuelven de juerga", explicó Lindo. "La novela empieza con humor negro y duro. He intentado explicar la soledad de ese personaje que se siente diferente. Al final descubre la piedad para con ella misma y para con los demás".

Manuel Longares, miembro del jurado, explicó que la novela destacaba "clarísimamente" entre la terna que le dieron a leer. "Narrada en primera persona, de un modo picaresco y fresco, de una eficacia notable, con un humor piadoso al que no estamos acostumbrados. Es una grata experiencia de lectura, admirable. El lector hace suya esta historia y, cuando una historia gana de esta manera el corazón del lector, es inobjetable".

"No me fío mucho de los críticos, pero sé que esta novela va a provocar el mismo entusiasmo que he sentido yo al leerla", añadió Rosa Regàs, también miembro del jurado. Destacó Regàs la "inteligencia" con que Lindo describe las contradicciones de las relaciones, entre el amor y el odio, entre el deseo y el asco... No sólo entre las dos protagonistas, sino también entre los otros cuatro o cinco personajes". Destacó ese viaje de la narradora de la amargura inicial con que empieza a contar su vida hasta "la amabilidad y dulzura que alcanza al final".

Pere Gimferrer, miembro asimismo del jurado, la comparó con dos novelas "muy distintas y de familias estéticas muy diferentes": La Plaça del Diamant, de Mercè Rodoreda, y Misericordia, de Benito Pérez Galdós. "Una palabra tuya no es rodorediana ni galdosiana, pero por caminos muy distintos llega a lo mismo: la dignidad humana. Ésta es la lección que nos depara esta novela". "No tiene influencia ni de una ni de otro, pero aparece ese sentimiento de que la piedad triunfa sobre la sordidez", afirmó.

Elvira Lindo (Cádiz, 1962) obtuvo el Premio Nacional de literatura infantil en 1998. Contra su propio pronóstico, sus novelas de Manolito Gafotas han obtenido un enorme éxito. Guionista, autora de novelas para adultos como El otro barrio o Algo más inesperado que la muerte, colaboradora de EL PAÍS, Lindo explicó que el seudónimo con que se presentó al premio, Antonia Garrido, es el nombre de su madre. "Es como mantener la memoria de una persona que me faltó muy pronto. Hoy hubiera cumplido años. Es una buena señal". "Creo que es lo mejor que he escrito. Me gustaría que los que piensan que sólo sé escribir en una sola dirección, leyeran esta novela".

"Cuando escribí la serie de Manolito Gafotas, me dijeron que si no tenía miedo a encasillarme. Cuando escribí guiones, me dijeron que si no tenía miedo a meterme en un terreno que no era el mío. Cuando escribí para EL PAÍS los artículos de Tinto de verano, me dijeron que si no tenía miedo a que me despreciaran los intelectuales o a que me dejara mi marido. Yo siempre respondía, ¿por qué voy a tener miedo? Soy fuerte y puedo imponer lo que quiero hacer. Pero mentía. Siempre tengo miedo. Creo que soy cobarde y valiente a la vez, y he aprendido a vivir con mis contradicciones".

Elvira Lindo, en Barcelona.
Elvira Lindo, en Barcelona.SUSANNA SÁEZ

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