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El ex jefe de la DINA regresa a la cárcel entre gritos de "¡asesino!" para cumplir una condena de 12 años

Manuel Contreras, ex jefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), ingresó ayer para cumplir su condena de 12 años de cárcel, junto con otros cuatro miembros de la cúpula de este organismo represivo chileno, sentenciados por el crimen de un opositor a la dictadura. La policía redujo a la fuerza a Contreras en su domicilio, quien intentó oponerse al arresto con un arma. Cientos de personas se manifestaron en su contra frente a los tribunales y la prisión, donde le arrojaron huevos y frutas y le gritaron "¡asesino!".

Contreras, que previamente había amenazado que no iría de nuevo a la cárcel, donde estuvo siete años condenado por el asesinato del ex ministro Orlando Letelier, no pudo cumplir su bravata, pero mantuvo al país en vilo durante siete horas. El juez Alejandro Solís esperaba en su despacho a los condenados a las ocho de la mañana para notificarles la sentencia definitiva, ratificada por la Corte Suprema, y enviarlos a la cárcel Cordillera, especial para militares, por el secuestro y desaparición en 1975 del sastre y ex militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) Miguel Ángel Sandoval.

Cuatro de los cinco condenados se presentaron. Todos son ex agentes y jefes de unidades de la DINA, con un negro currículo de torturas y asesinatos: los brigadieres Miguel Krasnoff (condenado a 10 años de cárcel), Marcelo Moren (11 años), el coronel Fernando Laureani (5 años) y el ex agente Gerardo Godoy (5 años). Krasnoff, a quien sus víctimas describen como sádico, difundió una carta donde asegura ser inocente. Los familiares de las víctimas les abuchearon al partir a la prisión.

Pero Contreras no se presentó y el juez dictó una orden de detención por rebeldía. Los canales de televisión transmitieron en directo los incidentes con cámaras incluso dentro del domicilio del general.

Temiendo resistencia, una comitiva de 11 vehículos de la policía llegó hasta el domicilio de Contreras para hacer cumplir la orden judicial. A diferencia de 1995, cuando logró dilatar semanas su ingreso a prisión, ayer apenas resistió unas pocas horas.

Con la policía dentro de su domicilio, el general quiso sacar de su escritorio un arma de fuego, pero los detectives le redujeron después de un breve forcejeo mientras tres de sus hijas trataban de impedir la detención.

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Frente al céntrico edificio de la justicia se habían reunido más de 500 personas, muchas de ellas ex víctimas de la DINA. El hombre que dirigió el aparato represivo más temible de la dictadura fue conducido en una caravana de vehículos, y rodeado de policías entró hasta los tribunales mientras la multitud le arrojaba huevos y frutas y le gritaba "¡asesino!". Después, durante el trayecto hasta la cárcel, decenas de personas salieron espontáneamente a las calles para aplaudir la caravana policial que conducía a Contreras de regreso a la cárcel.

Por otra parte, ayer el juez Hugo Dolmestch sentenció a prisión perpetua al general de Ejército y ex director de la Central Nacional de Informaciones (CNI, el organismo continuador de la DINA en 1978) Hugo Salas, y aplicó condenas inferiores a otros 15 procesados por el asesinato en 1987 de 12 militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), durante la llamada Operación Albania. Salas fue condenado por planificar y ordenar el crimen, en el que agentes de la CNI asesinaron a varios detenidos a sangre fría.

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