Clinton considera una locura atacar Irán

Bill Clinton calificó ayer en Davos de "locura" la idea de atacar Irán para impedir que se haga con armas nucleares. Sólo serviría, a juicio del ex presidente de EE UU, para alienar a las dos terceras partes de la población iraní que en seis elecciones han demostrado querer un acercamiento a Washington. "Nadie puede decir cómo reaccionaría este 70% de la población ante un ataque militar", dijo.

A diferencia del bombardeo israelí contra el reactor nuclear iraquí de Osirak, en 1981, en este caso no hay un objetivo claro que se pueda alcanzar sin víctimas civiles, señaló Clinton. Además, el peligro de que Irán se dote de armas nucleares es que cambiaría la ecuación en Oriente Próximo, y que, más que usarlas -"si las usara, los freiríamos", dijo- sus componentes pudieran llegar a manos de terroristas. Pidió que se agoten todos los esfuerzos diplomáticos, y especialmente los europeos, que apoyó plenamente.

El ex presidente estadounidense fue muy crítico con su sucesor, George W. Bush, pero también con los que en su propio Partido Demócrata piden un calendario para la retirada militar de EE UU de Irak, aunque abogó por que la presencia norteamericana no se alargue porque podría ser percibida como un intento de controlar el petróleo. En cuanto a las elecciones iraquíes del domingo, expresó sus reservas porque al menos en las zonas suníes muchos no podrán votar o tendrán miedo de hacerlo. Consideró una "obligación moral" que la Asamblea constituyente refleje la pluralidad étnica del país y reserve el espacio que les corresponde a los suníes.

Clinton afirmó que Bush había sido reelegido no por su política en la guerra contra Irak, sino por su reacción tras el 11-S.