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Marín pronostica un "grave conflicto" si nadie de la Cámara vasca acude al pleno

El Congreso debatirá el martes el 'plan Ibarretxe' aunque ningún parlamentario lo defienda

Anabel Díez

El plan Ibarretxe será debatido en el pleno del Congreso el próximo martes al margen de la decisión que tome el lunes la Cámara vasca, de enviar o no una delegación que defienda su proyecto, aunque no hay precedentes ante una situación así. No obstante, el presidente del Congreso, Manuel Marín, advirtió ayer al Parlamento autónomo de que creará "un conflicto político grave" si no envía una delegación para defender su proyecto. Todos los portavoces, también el Gobierno, tomarán la palabra para fijar su posición sobre el proyecto, que será rechazado.

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Aunque el hermetismo es la línea que mantienen los partidos políticos, tanto en Madrid como en el País Vasco, sobre su preparación en la defensa, por un lado, y el rechazo, por otro, del llamado plan Ibarretxe, sí se sabe que éste será debatido el martes en el Pleno del Congreso, con el procedimiento habitual de reformas de Estatutos que llegan de los Parlamentos autónomos y que requieren para que sean realidad la ratificación del Congreso de los Diputados. Y habrá debate y votación, al margen de la decisión que tome el próximo lunes la Cámara vasca de enviar o no una delegación de parlamentarios para defenderlo.

Los grupos mayoritarios, PP y PSOE, se preparan para el debate al estimar que aunque no comparezca la delegación autonómica, el texto ya está registrado en el Congreso y procede que los grupos parlamentarios fijen su posición. Y lo harán. El PP y el PSOE decidirán este fin de semana quiénes serán sus portavoces. Anoche el PP se orientaba a que la trascendencia del asunto requiere que sea su máximo líder, Mariano Rajoy, quien tome la palabra. En el PSOE, en principio, se ha pensado en el diputado vasco y portavoz de la Comisión Constitucional, Ramón Jáuregui, aunque será el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a la vuelta de su viaje por Latinoamérica, quien ratifique esa propuesta o si será el portavoz parlamentario, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien intervenga en el Pleno. En la dirección socialista se recalca "la brillantez" de ambos, aunque también se incluye un nuevo dato, cual es la participación del Gobierno en este debate.

Proyecto "inconstitucional"

Aunque el debate es entre grupos parlamentarios, el Ejecutivo puede hacer uso de la palabra en cualquier momento del mismo, y también se baraja con muchas probabilidades que Zapatero quiera que la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, pida la palabra para dejar claro ante los ciudadanos que el Gobierno de España rechaza un proyecto que es "inconstitucional y supone la imposición a una parte muy importante de la sociedad vasca", señalaron fuentes socialistas.

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Aunque los partidos y el propio Gobierno tratan de tener preparadas respuestas para todas las hipótesis que puedan darse, lo cierto es que el presidente del Congreso, Manuel Marín, dejó ayer claro que la inasistencia de la representación vasca provocaría un nuevo conflicto político. Marín ha enviado a la Cámara de Vitoria la comunicación oficial de que el debate comienza a las cuatro de la tarde. "Si hubiera un desistimiento del Parlamento de Vitoria y decidiera no venir al Congreso, estaríamos ante una situación política de enorme envergadura que superaría el ámbito estrictamente de la interpretación del Reglamento del Congreso, porque estaríamos ante un grave conflicto", advirtió Marín.

Pero hasta el lunes no se sabrá qué hará la Cámara de Vitoria, donde se celebrará un pleno en el que se decidirá si se elige una representación y cuál será su composición. Los diputados vascos votarán primero si los enviados serán uno, dos, tres o ninguno. El Gobierno tripartito puede sacar adelante con sus 36 votos la opción que desee, previsiblemente un solo representante, para evitar que la oposición coloque uno. Pero Batasuna podría volver a desempeñar un papel clave: sería en el caso de que PP y PSE coincidiesen en la opción de tres representantes y los radicales optasen por demostrar una vez más su poder a Ibarretxe apoyando esa fórmula. Ello supondría la entrada de un diputado de la oposición, previsiblemente del PP, que tiene el mayor número de diputados, en la delegación que acudiría a Madrid el día 1.

PP y PSE, han criticado la amenaza de los nacionalistas de que quizás el Parlamento vasco decida no enviar delegación alguna. Según los socialistas, el Gobierno que preside Ibarretxe pretende "eludir el debate, seguir en la confrontación y evitar una votación en la que se verá derrotado por el 90% del Congreso", en palabras Rodolfo Ares. El PP cree que existe división en el tripartito. Mientras el PNV guarda silencio, EA se ha pronunciado por acudir, pero el líder del tercer partido del Gobierno, Ezker Batua, Javier Madrazo, se mostró partidario de no hacerlo: "Sería una farsa antidemocrática y anticonstitucional pactada entre el PSOE, el PP y el Rey, que se niegan al diálogo y la negociación y desprecian la voluntad de la sociedad vasca".

El presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Marín, durante un pleno.
El presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Marín, durante un pleno.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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