Un centro de idiomas virtual
Educación promueve un sistema en línea de bajo coste para el aprendizaje de inglés, francés, alemán e italiano
Si usted tiene 23 o más años, está empadronado en el País Vasco, dispone de acceso a Internet, o, por lo menos, de un ordenador personal y siempre ha querido aprender inglés, francés, alemán o italiano, o los cuatro a la vez, sólo necesita un poco de voluntad, tiempo y 45 euros. El resto lo aporta el Departamento de Educación, que encabeza un ambicioso proyecto, bautizado e-LEA. Este proyecto, un centro de idiomas virtual, aprovecha las ventajas que ofrecen los sistemas multimedia y las nuevas tecnologías para anular las excusas que se dan los adultos -"no puedo ir a una academia", "los horarios no me coinciden", "cuesta mucho dinero"- para no comenzar el aprendizaje de una nueva lengua.
Para inscribirse en este proyecto hay que desembolsar un mínimo de 45 euros
La inspiración europeísta del proyecto, como se encargó de recalcar ayer durante su presentación en Bilbao la consejera de Educación, Anjeles Iztueta, resulta patente. Los cuatro idiomas ofertados son, junto al español, los más hablados en la Unión Europea y la puesta en marcha de este sistema supone una plasmación del deseo expresado por sus ministros de Educación en 2002 de que los Estados miembros promuevan entre sus habitantes la diversidad lingüística y el conocimiento de los idiomas del continente.
El programa es similar al que existe para el aprendizaje en línea del euskera, bautizado como Boga, y que gestiona HABE. Está diseñado para que cualquier ciudadano pueda, desde cualquier punto de la comunidad autónoma, empezar a aprender una de las cuatro lenguas seleccionadas, o las cuatro a la vez. Para poder inscribirse en este proyecto, la persona interesada tendrá que desembolsar un mínimo de 45 euros. Este es el precio de la licencia para poder utilizar el sistema, un permiso único, personal y de duración ilimitada. "No se ha marcado un tiempo fijo determinado, depende del ritmo personal que establezca cada uno", aclaró Iztueta. La consejera, sin embargo, no informó sobre el coste de la iniciativa para su departamento.
También queda en el ámbito de las preferencias personales la elección de una de las dos modalidades de estudio que se ofrecen. La primera se basa en el uso del portal www.hiru.com. En este espacio virtual, los alumnos pueden completar la metodología de aprendizaje a cualquier hora del día y en cualquier lugar. Para su acceso, contarán con un nombre de usuario y una clave personales. El uso de esta opción requiere, eso sí, que el ordenador cuente con una conexión de banda ancha.
La diferencia del segundo tipo estriba en su soporte. En lugar de la Red, el material se almacena en una serie de discos compactos, una decena por idioma. Así, los estudiantes descargan su contenido en el disco duro del ordenador y de esta forma no es necesaria una conexión permanente a Internet para su utilización. La licencia no cubre esta opción, por lo que se deberán pagar 29 euros adicionales por cada lengua elegida.
En ambos casos, se da la posibilidad de completar la formación multimedia con la ayuda personalizada de un tutor, que puede ser a distancia o presencial. En el primer caso, el medio de comunicación es el correo electrónico. En el segundo, además de esta opción, se incluyen cuatro horas de clase tradicional al mes. Los tutores pertenecerán siempre a los distintos centros y academias homologadas por el Gobierno vasco. Todos ellos aparecen en la página web citada y será el alumno quien escoja el que más le convenga. Si se decanta por este servicio, también tendrá que pagar un precio extra al de la licencia, que se cifra en 45 euros mensuales para la tutoría virtual y en 60 euros para la de presencia.
Con ambas alternativas, la consejería trata de hacer partícipe de esta iniciativa a un sector, el de la enseñanza de idiomas, que de otro modo podría considerarla una suerte de competencia desleal. "Se ha hablado con las academias y se ha fijado con ellas un acuerdo previo. Nuestra pretensión no es competir con ellas", sentenció Iztueta.
De hecho, el nivel máximo de competencia lingüística que se puede alcanzar con el método de e-LEA es el equivalente al tercer curso de la Escuela Oficial de Idiomas, es decir, un grado medio. Con los conocimientos que ofrece el sistema, una persona debería comprender una información, afrontar situaciones cotidianas de la vida diaria, entender y poder redactar textos sencillos, describir experiencias habituales y dar breves explicaciones.
Según la consejera, el objetivo es que los ciudadanos puedan aprender la base de un idioma y que este conocimiento actúe como aliciente para tratar de obtener un mayor dominio de la lengua, trabajo que ya correspondería en exclusiva a centros y academias especializadas.
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