Mohamed VI promete 3.000 soldados más para parar la emigración desde el Sáhara

El presidente del Gobierno de Canarias, Adán Martín Menis, comunicó ayer que Marruecos enviará entre 3.000 y 5.000 militares de la zona norte de su país al Sahara para que se unan "a los más de 7.000" gendarmes que tratan de combatir la inmigración clandestina desde las costas africanas hasta Canarias, principalmente Fuerteventura.

Martín añadió que el anuncio lo comunicó el rey Mohamed VI "directamente en español, en una reunión de 20 minutos" a una delegación oficial canaria que asiste estos días a una convención internacional de turismo en Ouarzazate, una pequeña localidad del centro de Marruecos.

Un portavoz oficial de la delegación canaria confirmó que Mohamed VI alabó la próxima visita del rey Juan Carlos para la consolidación de las relaciones entre España y Marruecos. La delegada del Gobierno para la Inmigración y la Emigración, Consuelo Rumí, confirmó, en declaraciones a la cadena SER, que en la agenda del Monarca viajaba la memoria de las 131 muertes de inmigrantes ocurridas el año pasado en aguas de Canarias y su preocupación por este fenómeno.

Mohamed VI se mostró "muy preocupado" ante la delegación canaria por la sensación que se percibe en España de que su régimen no está combatiendo adecuadamente la salida de inmigrantes subsaharianos hacia costas europeas.

Simultáneamente, en otro acto en Tenerife, el presidente del grupo Movimiento Nacional Popular en la cámara de consejeros del Parlamento de Marruecos, Mohamed Mansouri, se mostraba "absolutamente partidario" de la instalación de un blindaje electrónico en los más de 2.000 kilómetros de costa marroquí y saharaui, similar al que opera en el Estrecho y en el sur de Fuerteventura, aunque añadió que "sólo depende de cómo y cuándo" lo quiera financiar la UE.

La delegación oficial de Canarias, encabezada por el consejero de Economía y Hacienda, José Carlos Mauricio, se entrevistó también con el primer ministro, Driss Jettu, en Rabat. Jettu indicó que las relaciones bilaterales España-Marruecos en materia de inmigración deberían ser asumidas por Bruselas como negociaciones Europa-Magreb, y anunció que en la agenda marroquí se fijaban tres puntos básicos para combatir la inmigración clandestina subsahariana: mejorar las relaciones con Argelia, el establecimiento de un programa de cupos para favorecer la inmigración legal a través de permisos temporales de trabajos, y, en tercer lugar, un acuerdo conjunto hispano-marroquí para patrullar los 100 kilómetros de océano que separan Canarias de África.