El Papa reitera sus críticas a la ley que permitirá los matrimonios entre personas del mismo sexo

El papa Juan Pablo II reiteró ayer sus críticas a la ley española sobre matrimonios homosexuales y dijo que amenazaba la supervivencia de la institución familiar. Lo hizo durante su discurso anual a los embajadores acreditados ante la Santa Sede. Condenó también el aborto, la manipulación de embriones y la procreación asistida y aseguró que ciertas líneas de investigación científica no eran "dignas del hombre".

El discurso de Año Nuevo ante los embajadores es una de las ocasiones en que el Papa se dirige especialmente a la sociedad civil, y se esperaba que en el de 2005 hiciera una referencia a las reformas legislativas emprendidas por el gobierno socialista en España. Hablando de la familia, Karol Wojtila afirmó que ésta "se ve a menudo amenazada por factores sociales y culturales que, ejerciendo presión sobre ella, hacen más difícil su estabilidad; pero en algunos países la familia está amenazada también por una legislación que atenta, a veces directamente, a su estructura natural, la cual es y sólo puede ser la de la unión entre un hombre y una mujer, fundada en el matrimonio".

Después hizo referencia a la libertad religiosa, que situó "en el núcleo más íntimo de la libertad humana". "No hay que temer que la justa libertad religiosa sea un límite para otras libertades o perjudique la convivencia civil", afirmó, "sino al contrario, porque con la libertad religiosa se desarrolla y fortalece toda otra libertad".

El obispo de Roma dedicó un recordatorio a "la enorme catástrofe natural del 26 de diciembre", que había "marcado con un gran dolor", dijo, el año 2004. Se refirió asimismo a otras tragedias no naturales del año pasado, como "el cruel atentado de Madrid, la masacre terrorista de Beslan, las violencias inhumanas sobre la población de Darfur, las atrocidades perpetradas en la región de los Grandes Lagos de África" y " las bárbaras acciones del terrorismo en Irak".