Esquerra dejará de apoyar al Gobierno si el PSOE se suma al "frente nacional" del PP

Esquerra Republicana retirará su apoyo al Gobierno si "el PSOE se deja arrastrar a un frente nacional con el PP" contra aquellos que aspiran "a un horizonte de reforma del Estado". En estos términos se expresó ayer el secretario general de ERC, Joan Puigcercós, quien fijó la posición favorable de su partido al plan Ibarretxe y al nuevo Estatuto catalán. No obstante, este dirigente republicano aprovechó su comparecencia para manifestarse como aliado de la mayoría que respalda al Ejecutivo de Zapatero, con la que está negociando una fórmula de colaboración parlamentaria estable para 2005.

La dirección de ERC tiene claro que la oposición del PSOE al plan Ibarretxe será frontal, pero, de momento, el estilo de los socialistas está siendo distinto al que predican los populares, quienes "en todo caso sólo querrían que Ibarretxe fuese al hemiciclo del Congreso únicamente como turista, pero nada más", en palabras de Puigcercós. "El PSOE no puede pactar con quien le niega la victoria del 14-M y la legitimidad democrática; creo que pocos votante del PSC lo entenderían", subrayó el secretario general de ERC. Esquerra teme que la ola de radicalismo contra Ibarretxe que, a su juicio, está generando el PP arrastre de alguna manera al PSOE y todo ello acabe llevándose por delante, y arruinando, las perspectivas de reforma estatutaria que se abren en esta legislatura. Si ello sucediera, "no podríamos dar nuestro apoyo a este Gobierno. Y sería lamentable, porque perderíamos la oportunidad de hacer cambios importantes, con los que todos ganaríamos: Cataluña y la ciudadanía", destacó Puigcercós.

Para el dirigente republicano catalán, el PSOE -con el que intentará cerrar el próximo febrero un pacto parlamentario para todo este año- tiene dos opciones: "Hacer un frente nacional -perdonen la expresión, añadió Puigcercós- con el PP para barrer a todos aquellos que aspiramos a una reforma del modelo político del Estado u optar por lo que definimos como una alternativa democrática, que pasa por todos aquellos que no somos PP y que, en diferentes grados o matices, compartimos el deseo de reforma".

"Lo que facilitaría indudablemente el proceso de reforma es que ETA abandonara las armas; creo que el Gobierno central deberá estar a la altura; todo el mundo tendrá que ceder un poco y ahí son muy importantes los matices", dijo Puigcercós. Con todo, el secretario general de Esquerra quiso subrayar que la prioridad de los republicanos catalanes no es el plan Ibarretxe -que apoyan "sin dudas ni fisuras"- sino la reforma del Estatuto catalán.

"Hemos de ser capaces de centrarnos en nuestra reforma estatutaria, que sigue un proceso diferente, en un contexto diferente y con unos trámites diferentes" al proyecto del nacionalismo vasco, agregó Puigcercós. "Nuestra voluntad es dar prioridad a Cataluña, porque el señor Ibarretxe no se preocupará por nuestro Estatuto", precisó el dirigente republicano.

Puigcercós matizó, como ya ha hecho en otras ocasiones, que su respeto al proyecto del Gobierno vasco no implica que desde Cataluña no se evalúe críticamente el modelo de financiación que tiene de las comunidades forales: "Cataluña ha hecho una gran contribución a la solidaridad con el resto del Estado, que no es precisamente la que están haciendo vascos y navarros".

El 'sí' de CiU

Después de dar una cal y otra de arena al plan Ibarretxe y al concepto de solidaridad que entraña el régimen foral, Puigcercós destinó el resto de su comparecencia ante los medios de comunicación a reafirmar el espacio político de su formación tanto en el seno del Gobierno catalán como frente a su directa competencia electoral: los nacionalistas de Convergència i Unió.

El líder republicano aprovechó para recordar al consejero catalán de Relaciones Institucionales de la Generalitat, Joan Saura (ICV), que las reuniones periódicas que ha pactado con el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, para tratar de la marcha de la ponencia que reforma el Estatuto deberán ser a título "informativo", puesto que la elaboración del texto autonómico corresponde a los partidos y al Parlamento catalán. Y subrayó que en ningún caso el Gobierno central debe interferir en la marcha de estos trabajos.

Respecto a CiU, el secretario general de ERC, lamentó que la federación nacionalista "se haya arrastrado hacia el sí a la Constitución europea sin ningún tipo de argumento" porque, agregó, "no se ha cumplido ni una de las condiciones que el presidente de la formación, Artur Mas, puso al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para avalar la ley fundamental europea.