Ingresa en prisión la madre que mató a su bebé tirándolo por la ventana

Mercedes García del Moral, de 30 años, confesó ayer haber lanzado a su bebé recién nacido por la ventana del segundo piso en el que vivía en Burjassot (Valencia). Lo hizo en la madrugada del domingo y el bebé murió por la caída. El motivo no ha transcendido, pero sí que el forense entiende que no sufre ningún trastorno mental y que durante meses trató de esconder su embarazo a vecinos y conocidos aduciendo que había engordado a causa de unas pastillas que le habían recetado. Mercedes García ingresó ayer en la cárcel de Picassent por orden de la titular del juzgado número tres de Paterna. Entró en las dependencias judiciales a las 9.25 tapándose la cara con la chaqueta. Declaró durante casi dos horas, confesó, fue examinada por un forense y salió pasadas las 14.20 ocultándose de nuevo y con un auto de prisión provisional sin fianza por un delito de asesinato. Su madre, Clemencia, y su hermana, Josefina, también detenidas el domingo, declararon como imputadas y quedaron en libertad provisional bajo fianza con la obligación de presentarse en el juzgado los días 1 y 15 de cada mes. Las diligencias determinarán su implicación en el crimen, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.

Enrique García, padre de la homicida, declaró en calidad de testigo, al igual que su hijo. Según fuentes judiciales, no tienen que ver con el asesinato del recién nacido. Enrique García sufre una minusvalía auditiva grave que muy probablemente hizo que no escuchara nada de lo que pasó aquella madrugada.

Un gemido entrecortado

Eran las 3.30 de la madrugada del domingo cuando una pareja de la policía local que iba caminando sintió en la acera un gemido entrecortado. "Parecía de un muñeco", explicó ayer el jefe del turno de noche. Al acercarse vieron al recién nacido sobre una mancha de sangre. Había caído primero sobre un coche, que ayer aún permanecía estacionado ante del portal con las huellas de la tragedia, y después rebotó contra el suelo. Una patrulla y una ambulancia fueron a buscarlo. El hilo de vida se le apagó al ingresar en el hospital La Fe. La autopsia confirmó el lunes que el bebé murió estrellado.

A las nueve de la mañana del domingo, Clemencia y su hija Mercedes, que había dado a luz de madrugada, salieron juntas y fueron de compras ajenas a lo ocurrido. De vuelta a casa, se encontraron a la policía en la puerta y contestaron con sorpresa al comentarles el suceso. Minutos después varios agentes subieron al domicilio. Los vecinos habían alertado del embarazo nunca reconocido públicamente de Mercedes. Al poco, ella, su madre y su hermana fueron detenidas. Inicialmente, los vecinos apuntaron a un posible desequilibrio de Mercedes. "A lo mejor no está bien, porque es un poco rara, no habla mucho y ha dado excusas incomprensibles sobre el embarazo", relató una vecina de la escalera.

Ayer, en Melilla, La Guardia Civil detuvo a un hombre por lanzar a su hijo de tres meses contra un vehículo que circulaba en ese momento, informa Efe. El bebé fue trasladado al Hospital Comarcal, donde fue atendido de las lesiones que los médicos calificaron de carácter leve.