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VIOLENCIA EN IRAK

La insurgencia mata a 28 iraquíes en Bagdad al hacer estallar una 'casa bomba'

Los terroristas vuelan una vivienda a la que habían acudido policías tras recibir un falso aviso

La escalada del terror que se vive en Irak ascendió ayer un nuevo peldaño. Los insurgentes inventaron la casa bomba. Al menos 28 personas murieron y 21 resultaron heridas al saltar por los aires un edificio de viviendas de Bagdad cuando se encontraban en su interior un grupo de policías que habían acudido ante el soplo de que allí se escondían terroristas. Seis agentes perdieron la vida y otros cuatro están desaparecidos. El resto de los muertos son vecinos del inmueble, entre ellos, mujeres y niños. Tres casas próximas resultaron completamente destruidas por la deflagración.

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La voladura de la vivienda tuvo lugar en el distrito de Ghazaliya, en la zona oeste de la capital iraquí, y pasada la medianoche. Los policías habían acudido a la casa tras recibir la llamada de un vecino informándoles de que se estaba produciendo un tiroteo en su interior. "Cuando los agentes llegaron allí y entraron en el edificio, éste estalló", dijo un portavoz de la policía iraquí. "Parece haber sido una trampa. La casa se convirtió en una bomba", añadió.

"Fue una emboscada y su autor multiplicó las agresiones contra los vecinos con el objetivo de atraer a los policías", dijo el coronel Adnan Abdel Rahman, portavoz del Ministerio del Interior iraquí, corroborando así los testimonios de los vecinos, según los cuales un ciudadano sudanés que acababa de empezar a vivir en el inmueble había abierto fuego contra sus habitantes.

El coronel Rahman calificó el atentado de "acto terrible", y añadió que se estaban buscando supervivientes entre los escombros de la vivienda y de las casas próximas. Otra media docena de inmuebles cercanos también resultaron afectados por la explosión. "He visto proyectiles de artillería sin explotar entre los escombros", dijo el taxista, de 25 años, Mohamed Alí.

El Ejército de Estados Unidos, por su parte, emitió un comunicado en el que calcula entre 850 y 900 kilos el peso de los explosivos utilizados para causar la deflagración. La cantidad de explosivo, cuya naturaleza no detalla el comunicado, es una prueba más del arsenal con que cuenta la insurgencia y la facilidad con la que lo mueven de un lugar a otro y en el interior del propio Bagdad. El distrito de Ghazaliya está a la salida de la autopista que conduce a Faluya, la ciudad del oeste de Bagdad, que se había convertido en un santuario de los terroristas hasta la ofensiva llevada a cabo por el Ejército de EE UU a comienzos del pasado mes de noviembre.

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El atentado de ayer es también una nueva demostración de fuerza de la insurgencia, empeñada en impedir que se celebren las elecciones previstas el próximo 30 de enero. Uno de sus líderes, el jordano Abu Musab al Zarqaui, al que Osama Bin Laden elevó a la categoría de "emir de Al Qaeda en Irak" en su último mensaje, se atribuyó ayer mediante un comunicado colgado en una web islamista la autoría del atentado del lunes contra el líder del Consejo Supremo para la Revolución Islámica Iraquí (CSRII), Abdelaziz al Hakim. El atentado contra la sede del partido en Bagdad causó 15 muertos y decenas de heridos. Al Hakim, que es el cabeza de lista de la coalición de grupos chiíes bautizada con el nombre de Alianza Unida Iraquí con vistas a los comicios, consiguió escapar ileso del ataque.

En su mensaje, Bin Laden aseguraba que Al Qaeda gasta 200.000 euros a la semana en operaciones en Irak.

Cientos de iraquíes contemplan los escombros de varias casas destruidas por explosivos de la insurgencia iraquí en Bagdad.
Cientos de iraquíes contemplan los escombros de varias casas destruidas por explosivos de la insurgencia iraquí en Bagdad.ASSOCIATED PRESS
Dos soldados, sobre los restos de una casa pulverizada por una bomba durante la noche del miércoles en Bagdad.
Dos soldados, sobre los restos de una casa pulverizada por una bomba durante la noche del miércoles en Bagdad.REUTERS

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