Un desconocido Vivaldi resucita como compositor de óperas

El Vivaldi (1678-1741) de las Cuatro estaciones es apenas la punta de un iceberg de enormes proporciones cuyo progresivo descubrimiento es uno de los grandes proyectos musicales de estos principios del siglo XXI. Entre las facetas más desconocidas de la creatividad del cura pelirrojo veneciano se encuentra su producción lírica, capaz de rivalizar con Händel, según Jean-Christophe Spinosi, el director de orquesta que ha presentado en Bruselas la ópera Orlando Furioso, uno de los hitos de la desconocida creación escénica de Vivaldi.

Vivaldi gozó de enorme predicamento y demanda en su época, que le vio viajar por toda Italia y media Europa. A su muerte precedió y siguió el olvido y sólo pasado el primer tercio del siglo XX volvió a ser redescubierto y escuchado, aunque jibarizado a un minúsculo número de obras. En un acto de justicia poética, su enorme producción acabó rocambolescamente en la Biblioteca de Turín, de la que sale ahora con cuentagotas en un ambicioso proyecto musical que pretende devolver el corpus Vivaldi al mundo. Entre las 450 obras del catálogo turinés hay una veintena de óperas.

"Vivaldi no era muy respetado. Se le conoce sólo como un autor de dos o tres obras. De él dijo Stravinski que había escrito el mismo concierto setecientas veces", señala Hervè Boissière, director de la sección clásica de Naïve, la discográfica francesa embarcada en el proyecto de editar el Vivaldi atesorado en Turín. "El 90% de la obra de Vivaldi es desconocida. Era un músico de gran complejidad, capaz de asumir riesgos, y ha llegado la hora de escucharle y conocerle".

"Hace cinco años, la gente decía que era una locura ridícula grabar todo lo que hay en Turín, que quizá con una docena de cedés bastaría, pero ahora han cambiado de opinión", dice Boissière. "Con la colección alentamos el debate sobre Vivaldi y en ella hemos invitado a participar a distintos intérpretes, sin descartar aproximaciones controvertidas. Ya hay algunos, como Jordi Savall o Il Giardino Armónico, que se han interesado por el proyecto".

La idea es producir unos cinco discos al año, incluida una ópera, y por ahora se cumple más o menos el plan: Naïve ha sacado ya al mercado 16 discos, entre ellos cinco óperas, y pretende editar la integral en un centenar largo de cedés para lo que se ha puesto un horizonte de hasta 15 años. "Es el mayor proyecto de la industria que hoy existe", subraya el responsable de clásica de la discográfica, que incluso ha fabricado un fagot de nuevo tipo, siguiendo las indicaciones de los musicólogos, para grabar los conciertos.

A los discos acompañarán en años sucesivos un libro sobre óperas de Vivaldi, otro sobre el arte y la época del compositor y hasta un DVD émulo del Amadeus de Milos Forman. "Aquella película creó una nueva audiencia", reconoce Boissière.

Parte de ese proyecto de divulgación de Vivaldi ha sido la presentación en el Bozar de Bruselas de Orlando Furioso, rescatado y restaurado, entre otros, por Spinosi, joven director que pasa por ser uno de los mayores expertos en la vida y obra del veneciano. El drama heroico-mágico Orlando Furioso está en el ecuador justo de la vida operística de Vivaldi, en la que el compositor entró por primera vez en 1713. Catorce años después ponía música, en 1727, al libreto extraído del poema épico de Ariosto y catorce años más tarde moría, pobre e ignorado, en Viena.

La ópera narra los amores frustrados de Orlando por la bella Angélica, enamorada a su vez de Medoro, y los enjuagues de la bruja Alcina, que busca infructuosamente los favores de Astolfo y de Ruggiero, esposo de la amazona Bradamante. Al frente de su Ensemble Matheus, formado para la ocasión por una treintena de músicos, Spinosi ofreció en Bruselas la versión para concierto de Orlando Furioso con siete cantantes encabezados por Marie-Nicole Lemieux. La contralto canadiense estuvo arrebatadora, como cantante y como intérprete dramática. A juicio de Spinosi, "es el mejor Orlando posible". Habrá que esperar a 2007 para verla como obra escénica. Será en el Châtelet parisino.