Miles de turcos reciben como a un héroe al primer ministro en Ankara
Miles de personas recibieron ayer como a un héroe en Ankara al primer ministro Recep Tayyip Erdogan a su regreso de Bruselas, donde, en una decisión histórica, los líderes de la UE fijaron la fecha del 3 de octubre de 2005 para el inicio de las negociaciones de adhesión con Turquía. A pesar de que la temperatura no superaba los cero grados, los simpatizantes del Partido de la Justicia y el Desarrollo, fundado por Erdogan y que controla el Ayuntamiento de la capital, se movilizaron con banderas turcas y de la UE en una caravana de vehículos que prácticamente cubría los 20 kilómetros que separan el centro del aeropuerto.
Como si hubiese ganado la Liga de Campeones de Europa, el primer ministro turco llegó a la plaza de Kizilay, en el corazón Ankara -junto con el ministro de Exteriores, Abdulá Gül, y sus principales colaboradores- a bordo de un gran vehículo descubierto desde donde se dirigió a la masa que lanzaba globos rojos y azules y disparaba cohetes al aire. "El camino está despejado. No tengáis miedo", les arengó ante el desafío de afrontar más de una década de negociaciones con la UE, "somos conscientes de vamos a tener que hacer muchos más progresos; así que no nos durmamos en los laureles y sigamos adelante, adelante".
Erdogan ya fue recibido con entusiasmo por centenares de personas la madrugada anterior en el aeropuerto de Estambul con pancartas que le calificaban de "conquistador de Europa" o "nueva estrella de la Unión". "No hemos obtenido todo lo que queríamos, pero podemos decir que hemos tenido éxito", afirmó, pasando por encima del espinoso asunto del reconocimiento de Chipre.
Subida de la Bolsa
La Bolsa de Estambul cerró el viernes sus sesiones con un máximo histórico para celebrar la previsible lluvia de capitales sobre una Turquía cada vez más europea. La prensa turca saludó ayer casi unánime el logro histórico del primer ministro con gigantescas fotos de Erdogan en las primeras páginas. Para los turcos casi todo parece nuevo. Pero los periódicos también informaban de la complejidad de las negociaciones, que estuvieron a punto de fracasar, para hallar una fórmula sobre el reconocimiento del Gobierno grecochipriota de Nicosia. Varios medios coincidieron en desvelar el portazo que Erdogan dio al presidente de turno de la UE, el primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, cuando le presentó en la mañana del viernes el protocolo final sobre Chipre. "Si éste es el texto... gracias y adiós", le espetó.
Erdogan fue alcanzado poco después en un pasillo por el primer ministro británico, Tony Blair, que intentó convencerle -aparentemente sin éxito, siempre según la prensa turca- de que volviera a negociar con la presidencia europea. Finalmente el canciller alemán, Gerhard Schröder, y el presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, forzaron al alimón que Turquía aceptase el acuerdo por el que se compromete a reconocer de facto a Chipre antes del inicio de las negociaciones de adhesión.
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