Jóvenes creadores convierten un hotel en galería de arte

Música electrónica que repercute en la sala de entrada y se mezcla con los gritos de un bebé que vienen del primer piso; luces de colores variados que salen de las habitaciones; peluqueros que se han instalado en el tercer piso y peinan a sus modelos allí mismo, y muchas personas que suben y bajan las escaleras estrechas y curiosean por los pasillos: durante tres días, el hotel Campomanes de Madrid (Campomanes, 4) no vive la normalidad. Hasta el 19 de diciembre, alberga, aproximadamente, 30 obras de nuevos creadores de arte, videoarte, fotografía, música, diseño, interiorismo, moda y artes escénicas.

Son los proyectos de artistas y creadores premiados en el Festival Edición Madrid de Nuevos Creadores, que se celebró en abril en la capital española. Según los organizadores de la Fundación Temas de Arte, la idea del festival no sólo es mostrar las relaciones existentes entre arte y moda desde la perspectiva de propuestas de nuevas generaciones, sino también fomentar nuevas vías de diálogo, comunicación e intercambio entre las secciones. Las propuestas de los jóvenes artistas son atrevidas unas, y menos atrevidas otras. En el primer piso del hotel se pasa ante las imágenes del fotógrafo Álex Villarrubia (retratos de boxeadores después de la pelea, caras llenas de dolor y rabia), para entrar en la habitación de Nuria, diseñadora de la marca Kiricol, que presenta bajo una lluvia de piezas de cristal colgadas su nueva colección de bolsos de invierno. El visitante, atraído por el llanto del bebé que ahora grita "mamá", se acerca al cuarto de al lado, ocupado por el Colectivo de Filosofía Canalla. Lo que se ve aquí es también una colección de ropa "para pequeños monstruos". La instalación es una secuela del proyecto desarrollado por el colectivo en la tercera edición del festival, un show-room donde el diseñador Bruno Milani -personaje creado entonces- presenta su nueva línea infantil. Como en la tercera edición del festival, hay una tendencia a las transgresiones y a la denuncia social.

En la habitación 113, por ejemplo, se tropezará con una cama deshecha y dos pantallas que proyectan un vídeo del artista Guzmán de Yorza. El protagonista de su trabajo es Charlie, un hombre viejo que vive en el umbral de la pobreza y cuyo entorno personal queda grabado en el videorretrato. Sin embargo, lo que Guzmán quiere mostrar es tanto lo que se ve como lo que no se ve: "Charlie pasa la noche aquí, en esta cama. Lo que hay aquí es sobre todo el vacío que ha dejado, su ausencia". Asimismo, en la segunda planta conviven proyectos del diseñador Tiago Valente, del fotógrafo Rafa Sendín -que expone un centenar de obras en forma de un storyboard- y de los artistas Guillermo Llobet y Genin Andrada.

Los visitantes del festival no sólo podrán pasearse por el hotel, sino también participar en diversas actividades como manifestaciones de Street art y desfiles de moda. Además, todos los días se puede visitar el Standart club, instalado en el vestíbulo del hotel, donde hasta las tres de la madrugada pinchan diferentes pinchadiscos.