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La 'huelga de celo' de los médicos amenaza con colapsar más hospitales

Osakidetza acusa a los facultativos de utilizar a los pacientes como "rehenes"

La saturación en las urgencias de los hospitales vascos tiene todos los visos de alargarse y extenderse. A los problemas registrados ya en Cruces y Galdakao, se sumaron ayer colas en el Hospital Donostia, mientras los médicos de Txagorritxu y Santiago, en Vitoria, estudian sumarse a la huelga de celo iniciada en Vizcaya. Osakidetza acusó ayer a los médicos de utilizar a los pacientes como "rehenes" y los sindicatos dicen que la protesta de aquéllos ha sido la "espoleta".

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Conflicto en los hospitales

La llamada eufemísticamente "optimización de servicios" emprendida por la Federación de Facultativos de Hospitales de Euskadi -pedir todo tipo de pruebas diagnósticas y demorar las altas- ha desatado el conflicto en la sanidad vasca. La actuación de los médicos, que hasta ahora llevaban sus reivindicaciones por su lado, ha recibido en este caso el respaldo de todos los sindicatos, descontentos por la actitud de Osakidetza. Desde hace cuatro años no se ha firmado un convenio en el Servicio Vasco de Salud, que tiene 22.000 empleados fijos y otros 4.000 interinos.

La huelga de celo iniciada fundamentalmente en Cruces y Galdakao, ha provocado saturación de Urgencias, con esperas de hasta cuatro horas para ser atendidos y hospitalización de pacientes en las áreas de boxes y pasillos de ese servicio, al no haber camas disponibles en planta. En Cruces continuaron ayer los problemas, mientras que en Galdakao la situación se normalizó, según los sindicatos.

Osakidetza acusó ayer a los médicos que protagonizan la huelga de celo de "utilizar a los pacientes como rehenes". Su director general, Josu Garai, reprochó que en Cruces se mantenga a enfermos "hasta tres días en una camilla" cuando, según dijo, existen casi 200 camas disponibles en centros concertados "a los que no se [les] ha querido derivar, como se ha hecho siempre".

Garai calificó de "asumibles" la mayoría de las peticiones de los médicos, como un sistema de desarrollo profesional o reemplazar los contratos de guardia por ordinarios. Sin embargo, se mostró contrario a la principal demanda: que las horas de guardia se computen como extraordinarias, con lo que el precio se triplicaría (de 12 a 31 euros por hora). El director general dijo que se ofertará una subida que situará las guardias "entre las más altas del Estado". Añadió que la sentencia del Supremo sobre las horas de guardia, que ha desencadenado el conflicto, se ha referido sólo a la ordenación del tiempo de trabajo y no a la forma de la compensación económica.

Osakidetza agregó que no hay razones "epidemiológicas, organizativas ni de mayor gravedad" que justifiquen la acumulación de pacientes en las Urgencias de Cruces y llamó a sindicatos y médicos a que "rechacen la actitud de estos pocos facultativos, que, por unas demandas económicas, no dudan en perjudicar claramente a los pacientes". Garai expresó su voluntad de dialogar, pero advirtió que no se plegarán a "presiones ni reivindicaciones" que pongan en riesgo "la viabilidad de nuestro sistema sanitario".

Los sindicatos, que censuran la "nula" receptividad a sus protestas sobre el aumento de carga de trabajo, la elevada edad de la plantilla o la negativa a aplicar los contratos de relevo, calificaron la situación de "muy complicada" y agregaron que se estudiarán nuevas movilizaciones. "Esta es ya la cuarta vez este año que denunciamos saturación en las urgencias", dijo Izaskun Garikano, portavoz de ELA.

En Guipúzcoa, los sindicatos ELA, SME, ESK y SATSE -el 80% de los trabajadores en la mesa sectorial- han convocado para hoy una concentración a las puertas del Hospital Donostia en San Sebastián para exigir "una negociación real" que desemboque en el acuerdo de un convenio colectivo para médicos, enfermeras, auxiliares, celadores y otros empleados, informa Maribel Marín.

Los sindicatos sí alertan de la saturación del Hospital Donostia. "Ha habido que colocar muchas camas supletorias, en parte por cuestiones médicas, pero también como consecuencia del descontento y el hartazgo del personal de Osakidetza", asegura la portavoz de ELA, Teresa Barberena. "Ha tenido que habilitarse además el centro de día para hospitalizaciones más largas", añade. En el hospital nadie habla de que haya una situación anómala.

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