El ex dictador rechaza un análisis de su mal de próstata

El ex dictador iraquí Sadam Husein se encuentra detenido en Campo Cropper, una base militar estadounidense cercana a Bagdad y goza de buena salud, a pesar de padecer un problema crónico de próstata, que no quiere analizarse, indicó ayer el ministro de Derechos Humanos de Irak, Bakhtier Amin. Las autoridades de EE UU y el Comité Internacional de la Cruz Roja, que han visitado a Sadam en varias ocasiones, se negaron a desvelar su emplazamiento.

"Visité el Campo Crooper. Goza de buena salud", dijo Amin, quien se reunió en Ginebra con un grupo de expertos en derechos humanos, de países donantes y de ONG. Sadam Husein, de 67 años, "ha tenido un problema crónico de próstata, pero no se le ha hecho una biopsia porque no ha autorizado a ningún médico a hacerla", comentó el ministro y señaló que las pruebas y análisis de sangre que se le han practicado "no muestran que tenga cáncer". "Sólo una biopsia podría determinar con exactitud si padece esa enfermedad", dijo el ministro en una conferencia de prensa en la sede de la ONU en Ginebra. Agregó que desde su detención el pasado 16 de diciembre, Sadam Husein ha sido además "intervenido quirúrgicamente de una hernia". "Come muy bien, ha ganado incluso 5,5 kilogramos y recibe visitas médicas dos veces al día, lo que no es el caso de ningún otro preso", dijo.

El ministro precisó que "tiene electricidad las 24 horas del día, lo que no es el caso de la mayoría de iraquíes, y come diariamente carne y pescado". "Ya me gustaría que hubieran podido disfrutar de esos derechos" las personas que fueron encarceladas durante el régimen de Sadam, al que Amin acusó de haber cometido terribles violaciones de los derechos humanos. Respecto a las visitas que puede recibir el ex dirigente, Amin dijo que sus familiares "no están autorizados por razones de seguridad".