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España tendrá tres millones de personas dependientes en 2010

El Libro Blanco de la dependencia prevé un gran aumento de los mayores necesitados de ayuda

En 2010, España tendrá tres millones de ciudadanos que necesitarán ayuda para valerse en la vida cotidiana: serán dependientes. En 2020, este grupo -compuesto sobre todo por personas mayores- alcanzará los 3,5 millones, un millón más que ahora. Estos datos se incluyen en el Libro Blanco de la dependencia que se presentará en el Parlamento este mes, según la secretaria de Estado de Servicios Sociales, Familias y Discapacidad, Amparo Valcarce. Ese documento es el prólogo para elaborar una ley que afronte el problema y para la que el Gobierno desea alcanzar "el consenso más amplio posible".

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El aumento de las personas dependientes se debe, sobre todo, a la creciente longevidad de los españoles. La esperanza de vida de las mujeres, 84 años, es la más alta de la Unión Europea. Los hombres (77,2 años) se sitúan en segundo lugar. Sin embargo, con frecuencia la edad elevada trae consigo una pérdida de capacidades que hace necesaria la ayuda cotidiana a esos ciudadanos dependientes. La tarea recae sobre todo en las familias, entre otras cosas por la escasez de servicios públicos. Ésta es la situación:

- 9% de población discapacitada. Para conocer la amplitud del problema que plantea la dependencia y su previsible evolución, los autores del Libro Blanco han partido de los datos de la encuesta nacional de discapacidad, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 1999. A tenor de ella, el 9% de la población española (más de 3,5 de personas en ese momento) padece algún grado de discapacidad.

- Un millón necesita ayuda diaria. A partir de ese dato inicial de 1999, los expertos "han extrapolado" cuántas personas con discapacidad precisan distinto grados de ayuda en la vida cotidiana, es decir son dependientes, explica Valcarce. Ascienden a casi 2,5 millones y el 67% tiene 65 años o más . La gran mayoría vive en hogares familiares (sólo unas 200.000 están en residencias). Del total de ciudadanos que precisan ayuda, 959.890 requieren cuidado diario, ya sea permanente (141.409) o puntual. Éste puede precisarse una vez al día (514.396 personas) o en varias ocasiones (304.085). La atención es necesaria para alguna de las actividades básicas de la vida diaria, agrupadas en tres tipos: cuidado personal (aseo, control de esfínteres, alimentación...), movilidad en el hogar (levantarse, acostarse...) y funcionamiento mental (reconocer personas, realizar tareas sencillas).

- Atención puntual. Con todo, el mayor grupo de personas dependientes, 1,5 millones, reúne a ciudadanos con un grado menor de dificultad para valerse en la vida diaria. De ellos, 724.565 tienen inconvenientes para realizar alguna actividad básica, pero no precisan ayuda diaria. El resto tiene problemas sólo para salir de casa o realizar tareas domésticas.

- Más demanda de cuidados. A partir esas estimaciones obtenidas de la encuesta de 1999 y a la vista de la estructura de la población, marcada por el envejecimiento, el Libro Blanco del Gobierno pronostica para la primera década de este siglo "un notabilísimo aumento de la demanda de cuidados de larga duración". En ese periodo se incrementarán notablemente las personas de 75 y más años. El aumento del grupo entre 65 y 75 será menor, por tratarse de generaciones más reducidas (nacidas en la posguerra civil). En 2010 habrá tres millones de dependientes.

- Más jubilados que octogenarios. A partir de 2011, "la población seguirá envejeciendo, pero el aumento de las personas entre 65 y 75 años será muy superior a la que experimentará el del grupo de mayores de 75", detalla el estudio. Será el momento en el que empiecen a jubilarse generaciones más numerosas. A la vista del panorama, los autores del trabajo consideran "urgente" "afrontar el desarrollo de un sistema de atención de las necesidades de las personas dependientes, creando las infraestructuras, los equipamientos y los medios financieros, técnicos y personales". No obstante, el Libro Blanco prevé que se reduzcan los casos de discapacidad entre mayores gracias a cuestiones como "la mejora de los niveles de salud", "la mayor conciencia" sobre los hábitos de saludables y la prevención. Ha tenido en cuenta ese elemento para hacer las previsiones.

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