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LAS EXPLICACIONES DEL MINISTRO DE EXTERIORES

Gritos de "dimisión, dimisión" de los senadores populares contra Moratinos

Carlos E. Cué

Poco antes de ofrecer sus explicaciones en el Congreso sobre la posición de España ante el golpe de Estado en Venezuela en 2002, el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se enfrentó a un duro debate en el Senado, que acabó con una airada petición de "dimisión, dimisión" desde los bancos del PP.

Alejandro Muñoz Alonso, senador de la oposición, llegó a poner como ejemplo a Willy Brandt, el histórico líder de la socialdemocracia alemana que dejó su puesto por un escándalo, para pedir la dimisión de Moratinos: "Cuando está en juego la dignidad del Estado, uno se marcha si hay algo que no funciona bien".

Muñoz Alonso fue subiendo el tono de la sesión de control. Dijo que las palabras de Trinidad Jiménez, responsable de política exterior del PSOE, en las que atacaba al PP por "agredir" a Moratinos, le recordaban a "la invasión nazi de Polonia, cuando la versión oficial fue que los polacos habían invadido Alemania". El griterío de protestas socialistas y respaldo popular fue constante. "Estamos encantados del consenso, pero, por favor, no nos lo pida a pedradas, porque así no se logra consenso alguno", concluyó.

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"Confianza y apoyo"

Moratinos eludió todas estas insinuaciones y prefirió utilizar la ironía ante las dudas respecto a los apoyos que pueda tener dentro del Ejecutivo. "El Gobierno me ha designado para responder a su pregunta. No se me ocurre mayor muestra de confianza y apoyo", respondió.

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Poco antes, en la misma sesión de control, el senador del PNV Iñaki Anasagasti mantuvo un cruce dialéctico con la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, por la próxima conmemoración, en noviembre de 2005 de los 30 años de la proclamación como Rey de don Juan Carlos. Los nacionalistas exigen que no se haga ningún tipo de celebración oficial, porque ese nombramiento se produjo ante las Cortes franquistas, tal y como había dejado escrito el dictador.

De la Vega, sin embargo, aseguró que sí se celebrará como "hito del sistema constitucional" español. Anasagasti recordó que todos los grupos de oposición, incluido el PSOE, protestaron por los festejos que entonces se organizaron con motivo del XXV aniversario, precisamente porque no lo reconocían como un acto constitucional, ya que ese texto principal se aprobó en 1978. De la Vega insistió en que España es "una monarquía constitucional y tiene que celebrar los 30 años de la coronación del Rey".

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