Cuba libera a tres disidentes presos del Grupo de los 75
Las excarcelaciones se producen tras la reapertura del diálogo oficial con España
Las expectativas se cumplieron: cuatro días después de restablecer los contactos oficiales con la Embajada española en La Habana, el Gobierno de Fidel Castro excarceló ayer al menos a tres disidentes del Grupo de los 75, todos con una "licencia extrapenal" por motivos de salud. Las liberaciones eran esperadas tras el reagrupamiento de 19 opositores en el hospital de la principal cárcel de la capital, por lo que se cree que podría haber más excarcelaciones. La disidencia recibió las liberaciones como una "buena noticia", pero exigió la salida de los más de trescientos presos políticos cubanos.
La lista de liberados es todavía imprecisa. Entre los que ya han llegado a sus casas están Óscar Espinosa Chepe, condenado a 20 años de cárcel; Marcelo López Bañobre, a 18 años, y Margarito Broche, a 25 años. Al ser excarcelados, se les dijo que se trataba de una "licencia extrapenal" y que en caso de "reincidir" volverían a la cárcel. A lo largo de este año, otros siete opositores del denominado Grupo de los 75 han sido puestos en libertad bajo las mismas condiciones.
En los juicios sumarísimos de marzo de 2003, todos fueron acusados de "conspirar" con EE UU para desestabilizar el sistema socialista. Nada más llegar a su casa en La Habana, Chepe rechazó las acusaciones: "Nosotros somos disidentes pacíficos, nunca realizamos actos violentos. Sólo defendemos la necesidad de una transición democrática en Cuba". Chepe, de 64 años, considera que el Gobierno cometió un "gravísimo error" al encarcelarlos y pagó el precio de un fuerte rechazo internacional. En su opinión, la presión internacional ha sido determinante para lograr las excarcelaciones.
Marcelo López Bañobre, activista de la Comisión de Derechos Humanos, que preside Elizardo Sánchez, vinculó las liberaciones al actual proceso de debate en Bruselas sobre un cambio de la política de sanciones a Cuba. "Es una historia que se repite: de nada sirve vaciar las cárceles si después las van a volver a llenar".
Las excarcelaciones fueron recibidas por la disidencia como un hecho "positivo", pero insuficiente. Según Elizardo Sánchez, se trata de un "gesto utilitario" del Gobierno. "Se les manda a la calle porque están gravemente enfermos: Espinosa tiene serios problemas hepáticos, Marcelo padece una enfermedad neurológica, Margarito sufrió un infarto el 4 de agosto". Sánchez afirma que, "además, se envía una falsa señal de cambio a la comunidad internacional y en especial a la UE, pero el Gobierno no ha cambiado su talante represivo y en las cárceles quedan más de 300 presos políticos".
El socialdemócrata Manuel Cuesta Morúa consideró que lo sucedido tiene que ver con el nuevo clima de diálogo impulsado por España y destacó los aspectos positivos: "No se trata de felicitar al Gobierno cubano por hacer algo que es su obligación, pero saludamos el gesto humanitario. Es alentadorque empiece a tener efectos un nuevo estilo para lograr cosas positivas basado en el diálogo crítico y no en la confrontación".
En medios diplomáticos, primaba ayer la prudencia a la espera de conocer el verdadero alcance de la medida, aunque se creían posibles nuevas excarcelaciones. Blanca Reyes, la esposa del periodista Raúl Rivero, estaba convencida de la inminente liberación de su marido: "Ya preparé almuerzo y hasta he comprado refresco. Con eso te lo digo todo".
Las excarcelaciones fueron recibidas con alegría por la UE, según manifestaron ayer Javier Solana, alto representante para la Política Exterior de la UE, y el presidente de turno, el holandés Bernard Bot, informa Ricardo Martínez de Rituerto. "La UE se alegra", dijo Solana, quien subrayó que esa liberación no debía suscitar contrapartidas. "No hay contrapartidas por la liberación de unos presos que no tenían que haber sido detenidos", señaló. Bot afirmó que espera que "estas liberaciones sean seguidas de otras y de mejoras en los derechos humanos para que la UE pueda reanudar el diálogo político y la ayuda".
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