Moratinos responde al PP que no dimitirá mientras tenga el apoyo del Gobierno

Miguel Ángel Moratinos rechazó ayer tajantemente la petición de dimisión que le reiteró el senador del PP Dionisio García Carnero en el transcurso de una intervención cuya dureza y tono limítrofes al insulto preludian las dificultades que el ministro de Exteriores habrá de afrontar mañana en el Congreso. Moratinos encara la explicación formal de sus declaraciones a televisión sobre el apoyo de Aznar al golpe de Estado fallido en Venezuela de hace dos años con el respaldo del presidente del Gobierno, que suspendió ayer su proyectada visita a Moscú por ese motivo.

La Moncloa anunció, en efecto, a primera hora de la mañana de ayer, que el presidente suspendía "por razones de agenda" la cita que tenía mañana en Moscú con el presidente ruso, Vladimir Putin. Los portavoces del Gobierno no ocultaron luego que la razón fundamental para cancelar un encuentro de gran trascendencia política, dadas las críticas que Putin formuló en su día contra el repliegue español en Irak y su proximidad personal al ex presidente José María Aznar, que acaba de ser recibido como amigo en el Kremlin, deriva de la situación del ministro Moratinos.

El presidente tiene, en efecto, que responder a una pregunta sobre ese tema del líder de la oposición, Mariano Rajoy, en la sesión de control que se celebrará mañana por la tarde, poco después de que haya concluido la comparecencia del propio Moratinos ante la Comisión de Exteriores del Congreso. Zapatero ha valorado la importancia del momento, y, en consecuencia, añaden las fuentes gubernamentales, informó ayer mismo a Putin de que considera prioritario atender las tareas parlamentarias en España. Los servicios de protocolo de la Presidencia intentaron cerrar ayer mismo una nueva cita en Moscú, pero toparon con la dificultad de que el presidente ruso emprende viaje a la India el 2 de diciembre. El encuentro ha quedado, por ello, reenviado a una fecha aún no determinada.

Apoyo sustancial

Parece indiscutible el apoyo sustancial que esta cancelación implica por parte de Zapatero. Desde la polémica intervención del ministro, hace una semana, en un programa de la televisión estatal, el presidente no había expresado personalmente en público un respaldo directo al ministro. De cara a la comparecencia del lunes, Moratinos cuenta con esa baza segura y con otra certeza puesta ayer de manifiesto por el debate en el Senado: que el PP está totalmente solo en su estrategia de ataque.

Ningún otro partido o grupo parlamentario hizo referencia al incidente, salvo Coalición Canaria. Pero el portavoz de este grupo habló para calificar las acusaciones televisivas del ministro contra Aznar de "desliz importante", que, dijo, "queremos entender, porque lo achacamos al cansancio". El portavoz concluyó animando a Moratinos a "seguir trabajando y a olvidar cuanto antes ese incidente".

En total contraste, el discurso del popular García Carnero suscitó ecos de Apocalipsis. Recordó que un ministro "en cada declaración pública representa al Reino de España", añadió que las manifestaciones de Moratinos son cada vez más "de portavoz de su partido" y concluyó: "Su comportamiento es indigno". "Una sucesión de desatinos", añadió, "que están generando el descrédito internacional de España", y ahí el portavoz del PP desgranó algunas críticas concretas a la política del Gobierno en América Latina, motivo de la comparecencia ante el Senado.

García Carnero se refirió, entre otras cosas, a la ausencia de líderes en la reciente Cumbre Iberoamericana de San José, lo que le llevó a calificar la reunión de "fracaso" y de "cinismo político" el hecho de que el ministro insista en destacar sus éxitos; también tachó de "ocurrencia y experimento no recomendable" la propuesta de Alianza de Civilizaciones hecha por Zapatero ante la ONU.

Todos estos casos quedaron, sin embargo, minimizados por las declaraciones a RTVE sobre el golpe en Venezuela, que el senador popular destacó como "algo inédito, que supera todo lo imaginable". "Está usted inhabilitado por esa actuación para ejercer la diplomacia española", dijo García Carnero, que sentenció: "El mayor servicio que puede prestar a España es dimitir. Hay un clamor para que lo haga, porque es una necesidad de Estado. Pida disculpas y dimita".

Aparentemente relajado, y seguro por las expresiones favorables de los demás grupos parlamentarios, Moratinos reiteró que no hablaría allí de sus declaraciones, pues está acordado que lo haga mañana en el Congreso, pero sí fue tajante en que no dimitirá. "Mientras tenga el respaldo del Gobierno y la confianza de los ciudadanos, seguiré como ministro", afirmó.

Esa reacción le valió nuevas acusaciones de haber "vejado" al Senado, los calificativos de "surrealista", "patético" y "desleal permanente" que le regaló el senador Luis Eduardo Cortés, y esta advertencia de Alejandro Muñoz Alonso: "Por mucho menos que eso, hay otros ministros en Europa que han dimitido".