Educación decide conceder a la UPV 11 millones de subvención extraordinaria

El Departamento de Educación presentará mañana en la reunión del Consejo de Gobierno una propuesta para conceder una subvención extraordinaria de 11 millones de euros a la Universidad del País Vasco (UPV). La más que probable aprobación de esta partida especial servirá para resolver en parte la crítica situación económica que atraviesa la universidad pública, reflejada en el déficit acumulado de 32,6 millones de euros que recoge el anteproyecto de presupuesto de 2004, aprobado el jueves por el Consejo de Gobierno de la UPV.

Sin embargo, la ayuda que se dispone a conceder el departamento dirigido por Anjeles Iztueta, de EA, no va a resultar suficiente para cuadrar las cuentas de la institución académica y saldar el desfase entre ingresos y gastos, requisito necesario para cerrar por primera vez desde el año 2000 el balance económico de la UPV.

Su rector, Juan Ignacio Pérez, informó el pasado 8 de noviembre a los miembros de la Comisión de Educación del Parlamento vasco de que había remitido una misiva a la consejera.En su carta, el rector de la UPV solicitaba a la consejera de Educación bien que concediese a la institución académica una subvención extraordinaria que pudiese emplear para hacer desaparecer la deuda acumulada o bien su preceptivo permiso para solicitar un crédito bancario con el que poder resolver con el desequilibrio financiero.

Pérez expresó en su comparecencia parlamentaria su deseo de poder contar con una respuesta antes del pasado día 25, fecha en la que tenía previsto, según comentó entonces, aprobar el proyecto de cuentas elaborado por su equipo.

La inyección de dinero que recibirán las maltrechas arcas universitarias aliviará su precaria situación, pero no permitirá cuadrar, a pesar de las intenciones del rector, un presupuesto que tiene un valor mucho más político que práctico -sólo resta un mes para que concluya el año al que hace referencia-. De hecho, el destino de los 11 millones de euros se centra en la cobertura de los desequilibrios generados por el aumento habitual en el gasto corriente de personal y de áreas como mantenimiento, limpieza o seguridad. Los tres millones de euros de diferencia entre esa cantidad y la reflejada para esas categorías en el citado anteproyecto, 14 millones, se deben, según las fuentes consultadas, a cuestiones técnicas y a la inclusión de proyectos que al final no se han desarrollado.

La mayor parte de la deuda aún pendiente, casi 20 millones de euros, atañe al polémico asunto de los complementos de productividad del profesorado. Esta cifra engloba la deuda acumulada en su pago desde 2001 hasta este año, desembolso que la UPV ha venido efectuando con una partida del Ejecutivo autónomo tres veces inferior a la necesaria. Las fuentes consultadas por EL PAÍS indican que la solución a este problema, que abrió encendidos debates y acusaciones entre el equipo de Iztueta y el del anterior rector, Manuel Montero, puede producirse antes del próximo enero, lo que traerá consigo la asunción por el Gobierno vasco del déficit generado hasta ahora por este motivo.