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Reportaje:

Los otros caldos de Codorníu

Nuevo plan para consolidar y aumentar su inversión en vinos tranquilos

Codorníu ha sido tradicionalmente uno de los sinónimos del cava. Sin abandonar esa imagen, el grupo catalán mantiene su apuesta por diversificar su actividad en el sector del vino tranquilo. Tras las actuaciones acometidas en los últimos años con la construcción de varias bodegas en España y en el extranjero, ha puesto en marcha un plan estratégico para consolidar y aumentar su presencia en el citado sector de vinos con una inversión de unos 60 millones de euros.

Codorníu cuenta con bodegas integradas en el grupo como Bach y Scala Dei, en Cataluña; Bodegas Bilbaínas, en La Rioja, o Artesa, en California

"Una empresa como ésta", señala el nuevo director general del grupo Codorníu, Josep Forroll, "debe ser fundamentalmente fiel a su apuesta permanente por un modelo de calidad a unos precios medios altos. Pero, a partir de ahí, es indispensable acometer procesos de diversificación con la mirada puesta, no sólo en aumentar la oferta de nuevos productos, sino también con la posibilidad de abrir nuevos mercados".

Aunque el cava es la actividad más importante del grupo, el vino tranquilo ha sido la vía elegida en su política de diversificación. Codorníu cuenta ya con bodegas integradas en el grupo como Bach y Scala Dei, en Cataluña; Bodegas Bilbaínas, en La Rioja, o Artesa, en Alexander Valley (California), pero en los últimos tiempos ha decidido reforzar esta apuesta por el vino tranquilo con inversiones que superan los 64 millones de euros.

En esta ofensiva para consolidar nuevos mercados y ofertas de vinos tranquilos figuran Argentina y España. En el país andino Codorníu está invirtiendo en la puesta en marcha de una nueva bodega, Septima, pensando sobre todo abastecer terceros mercados. En el caso de España, las inversiones más importantes se han concretado en la construcción de la bodega Nuvia Na, en el Valle del Cinca, y Legaris, en Ribera del Duero.

Con la puesta en marcha de este conjunto de bodegas, el grupo ha pasado a disponer de unas 3.500 hectáreas de viñedos propios, la mayor parte en Cataluña. La filosofía de los responsables de Codorníu es disponer en cada bodega de una superficie de viñedos propios, controlados directamente, para atender la mayor parte de sus necesidades de materia prima. Cuando la producción propia no es suficiente, se realizan compras en cada zona de viñedos controlados para lograr una materia prima de calidad uniforme.

Productos y mercados

En el sector del vino en España se pretende seguir las inversiones en bodegas en otras zonas, como Andalucía, como vía para complementar la oferta de caldos y para abrir al tiempo nuevos mercados a todos los productos del grupo.

Consecuencia de esta política de expansión, el vino supone ya más del 30% del total de la facturación del grupo. Las exportaciones absorben alrededor del 30% de sus ventas, y de esa cifra casi el 35% corresponde a los vinos tranquilos.

Frente a la política más agresiva de su princial competidor, Freixenet, que compite utilizando con precios más bajos en una parte de su oferta, los responsables de Codorníu quieren mantener su estrategia de calidad y precio más elevado para sus productos con marca propia.

No han entrado en la estrategia de explotar directamente la marca blanca o la distribución, aunque no han renunciado a su fabricación, lo que supone aproximadamente el 10% de sus ventas.

Junto a la ofensiva desarrollada en el sector del vino tranquilo, el grupo ha puesto en marcha un plan a medio plazo con una inversión prevista de 60 millones de euros.

Desde la primavera, por primera vez en la vida del grupo, se ha puesto al frente de la empresa, como director general, a una persona ajena a la familia propietaria. Aunque la trayectoria profesional Josep Forroll ha estado siempre ligada a esta firma de cavas y vinos.

Según el nuevo primer ejecutivo, el objetivo de Codorníu con este plan es consolidar las inversiones que ha realizado en los últimos años y lograr una mayor modernización y profesionalización de la gestión. En esta nueva estrategia se contempla la estructuración del grupo bajo una sola sociedad.

"Queremos", señala Forroll, "imprimir al grupo aires de cambio, adaptar permanentemente la empresa a las necesidades y demandas de los mercados, pero sin renunciar a la imagen que siempre ha caracterizado a Codorníu. La apuesta por la calidad, tanto para vinos tranquilos como para el cava, a precios competitivos".

Josep Forroll, director general de Codorníu.
Josep Forroll, director general de Codorníu.

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