Moratinos exige cambios drásticos al régimen cubano

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, explicó ayer a su homólogo cubano, Felipe Pérez Roque, que la política española hacia Cuba se corresponde exactamente con lo declarado la víspera por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el sentido de que Madrid "exige" a La Habana cambios políticos "drásticos". Según fuentes diplomáticas, el encuentro de los dos ministros "no fue fácil".

Pérez Roque mantuvo silencio sobre el desarrollo de la reunión, pero caben pocas dudas sobre que su humor no era el mejor cuando llegó a la cita y sobre que su reacción a lo expresado por Zapatero fue similar a la manifestada por el vicepresidente cubano, Carlos Lage. El jefe de la delegación cubana en esta cumbre declaró el jueves en San José que las reclamaciones europeas sobre derechos humanos y democráticos son "un monumento a la hipocresía", porque la UE no actúa igual con EE UU "por las torturas, la guerra injusta el desastre humanitario que causa en Irak". También dijo que las represalias que aplican algunos países europeos "algo tienen de olor a fascismo".

Moratinos le recordó a Pérez Roque que España va a hacer su política, no la de Cuba, y que el objetivo de esa política española no es modificar la posición adoptada por la UE en 1996, de condicionar el avance en la cooperación política y económica a los progresos hacia la democracia que haga el castrismo, sino únicamente la decisión adoptada en julio del año pasado de invitar a los disidentes a las fiestas nacionales de las embajadas europeas en La Habana.

El motivo de ese cambio, reiteró el ministro, es que la medida ha resultado ineficaz, al margen de que cuatro países -Grecia, Austria, Bélgica y Portugal- no la hayan asumido nunca.