EE UU investiga a un 'marine' que remató a sangre fría a un iraquí
Compañeros del soldado justifican el hecho, recogido por la televisión
A bocajarro y a sangre fría. El marine apunta su rifle a la cabeza de un anciano de barba blanca y dispara a quemarropa. El Ejército de EE UU ha iniciado una investigación por posible crimen de guerra después de que la cadena NBC difundiera un vídeo de esta presunta ejecución extrajudicial que se produjo en Faluya. La alta comisaria de la ONU para los Derechos Humanos pidió que los autores sean llevados ante la justicia.
En el vídeo, según entra la cámara en la mezquita, se oye a un marine jurar desde el fondo, y exclamar que uno de los heridos se está haciendo el muerto. "¡Está fingiendo que está muerto!", grita el soldado. "Sí, respira", confirma otro de los militares. "¡Está fingiendo que está muerto!", chilla el primer soldado.
Las imágenes muestran entonces al marine -cuya identidad no se ha hecho pública- levantar su rifle hacia uno de los prisioneros recostados contra una de las paredes de la mezquita. Tanto la NBC como el resto de las cadenas que han mostrado el vídeo detienen la imagen a partir de ahí -no así Al Yazira, que lo ha emitido entero. No se ve el momento en que el marine dispara a quemarropa en la cabeza al anciano desmadejado en el suelo. Sólo se oye un disparo. "Ahora sí está muerto", asegura uno de los soldados.
A partir del vídeo es muy difícil apreciar si el herido se movía o no antes de ser disparado. El único movimiento que se puede ver es el del hombre rebotando contra la pared en el momento de recibir el impacto del disparo. La pared se mancha de sangre y el cuerpo del iraquí se queda flácido.
La alta comisaria de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour, pidió ayer a Estados Unidos que lleve ante la Justicia a los autores de la ejecución de Faluya.
Las dramáticas imágenes de la presunta ejecución extrajudicial fueron tomadas el pasado sábado por Kevin Sites, un reportero de la cadena de noticias estadounidense NBC que viajaba con el batallón durante el asalto a la ciudad rebelde suní. El iraquí fallecido era uno de los cinco heridos que permanecían en la mezquita después de que los marines asaltaran el lugar y mataran a 10 rebeldes al abrirse camino durante el pasado fin de semana en el asalto a Faluya. En las imágenes grabadas por la NBC se ve al menos a tres hombres heridos de gravedad dentro de una habitación, dos de ellos desplomados contra una de las paredes y parcialmente cubiertos con una manta. Según Sites, los heridos habían sido dejados allí mientras los soldados realizaban operaciones en la retaguardia. Fue entonces cuando un segundo grupo de marines entró en el edificio después de que se hubiera informado de su ocupación, lo que en opinión de Sites suponía que estos nuevos soldados desconocían si los insurgentes estaban armados o no.
Algunos de los marines entrevistados ayer manifestaron que no veían ningún escándalo en el disparo de su compañero, si no el simple hecho de un camarada enfrentando mucho estrés durante el asalto contra la insurgencia en Faluya. "Yo también hubiera disparado al insurgente. Dos tiros a la cabeza", dijo Nicholas Graham, 24 años, de Pittsburgh, Pensilvania. "No se puede confiar en esa gente. No debería de ser investigado. No ha hecho nada mal", finalizó Graham. Desde el Pentágono, el mayor Doug Powell, aseguró que el incidente estaba "siendo investigado", sin aportar más datos.
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