La editorial Taurus se dispone a celebrar sus 50 años de vida
Entre sus colecciones destacan la calidad, el rigor y la diversidad de sus ensayos
La historia cultural de un tiempo y un país resulta siempre difícil de objetivar, pues el propio ámbito de la cultura es en gran medida subjetivo. El libre mercado tiende a identificar el éxito y la calidad con lo cuantitativo (a más ventas, más éxito), pero en el terreno de la cultura equiparar cantidad y calidad no siempre es aconsejable. De ahí que recordar y recorrer la vida y la obra de empresas dedicadas a lo cultural sea también una forma objetiva de aproximarnos a la historia. Tal es el caso de la editorial Taurus, que el próximo 10 de noviembre celebrará su 50º aniversario.
F. Pérez González: "Ha merecido la pena todo cuanto se ha trabajado por Taurus"
Fundada en 1954 por Francisco Pérez González, Rafael Gutiérrez Girardot y Miguel Sánchez López, la editorial Taurus ha pasado por diferentes etapas hasta formar parte del Grupo Santillana en la actualidad, pero, como se puede comprobar en su catálogo, ha mantenido una calidad difícilmente discutible a lo largo de su medio siglo de vida, y ello al margen de las modas que el arbitrario mercado ha ido imponiendo a lo largo de los años. Con motivo de dicha conmemoración, la editorial ha publicado un libro, Taurus. Cincuenta años de una editorial (1954-2004), que no se pondrá a la venta, aunque sí se distribuirá generosamente en las librerías, texto que utilizaremos con constancia en este recuento.
"Entonces editaba los libros que a mí me gustaban", explicaba Francisco Pérez González en el libro de Xavier Moret Tiempo de editores. Historia de la edición en España 1939-1975, y añadía: "Uno de los filones de aquel momento fue algo que se llamaría 'progresismo cristiano'. Me asesoraban Xavier Zubiri, José Luis Aranguren y otros. También tenía amistad con Antonio Tovar, Pedro Laín, etcétera. La cuestión es que me fui rodeando de gente que, sin estar en la violencia contra el sistema, eran muy críticos". Como señala Antonio Lago Carballo, coordinador del libro conmemorativo, en los primeros años de Taurus aparecieron seis colecciones: Ensayistas de hoy, Cuadernos Taurus, Ser y tiempo, Sillar, Ciencia y sociedad y El Club de la Sonrisa. Los primeros ensayistas editados fueron Mircea Eliade, Lilí Álvarez, Jean Giraudoux, George Thomson, Giovanni Papini, Alfonso Sastre, Elisabeth de Maribel, Jean Daniélou, José Luis Aranguren, Teilhard de Chardin y M. F. Sciacca, una colección de clara vocación cosmopolita que se convertiría a lo largo de medio siglo en la principal seña de identidad de la editorial, pues todos los directores que tuvo, y tiene, mantuvieron el rigor y la calidad de los ensayistas. Baste citar que a lo largo de los años se publicaron textos de, entre otros y además de los ya citados, Wittgenstein, Bertrand Russell, Max Weber, Edgar Morin, Walter Benjamin, T. W. Adorno, Bloch y Habermas. En la colección Cuadernos Taurus, libros de bolsillo y en su mayoría de pocas páginas, vieron la luz textos de, entre otros y por citar en este caso a autores españoles, Ortega y Gasset, Pedro Laín Entralgo, Julián Marías, J. A. Maravall, Aranguren, Ricardo Gullón, Federico Sopeña y Faustino Cordón. Américo Castro fue el primer autor de la colección Ser y tiempo. En Ciencia y sociedad los cinco primeros libros publicados fueron de los científicos británicos H. Butterfield y Samuel Lilley, y de los franceses Jean Ulmo, Pierre Barbier y Alfred Sauvy. Por último, la sexta colección, El Club de la Sonrisa, la inauguró Rafael Azcona e incluyó en sus primeros títulos obras de Mihura, Neville, Tono, Acevedo y Enrique Herreros, además de obras de los ya clásicos Fernández Flórez, Gómez de la Serna y Camba.
Tras la etapa fundacional dirigida por Francisco Pérez González, accede a la dirección literaria Francisco García Pavón, quien crea dos nuevas colecciones, Temas de España y El mirlo blanco, dirigida esta última por José Monleón y en la que se publicaban obras de teatro. Temas de España tendría un carácter preferentemente literario: Juan Ramón Jiménez, Calderón de la Barca y diversas antologías poéticas fueron sus primeros autores y libros. Poco después se creaba la colección Persiles, que englobaba textos de teoría, historia y sociología de la literatura española y universal, y en la que Ricardo Gullón dirigió la serie El escritor y la crítica.
Entre 1967 y 1977 irrumpió en la editorial Jesús Aguirre, primero como director de publicaciones religiosas, como responsable de los Cuadernos Taurus después, donde comienzan a publicarse importantes textos sobre música, influencia sin duda de Federico Sopeña, y a partir de 1970 como director de la editorial. Durante su etapa incorpora a buena parte de la nómina de la llamada Escuela Crítica de Francfort y añade al catálogo nombres como los de Cioran, Lledó, Gómez Pin, Savater, Benet o García Hortelano, entre otros. Crea también la colección Biblioteca Política, en la que se publicaron textos de Gil-Robles, Fernando de los Ríos, Gonzalo Anes, Ignacio Sotelo, Juan Luis Cebrián o Adela Cortina. El número 30 de dicha colección, publicado en 1976, señala Lago Carballo, tuvo por título Dionisio Ridruejo, de la Falange a la oposición, con prólogo de Jesús Aguirre y textos de Laín, Tovar, Rosales, Serrano Suñer, Torrente Ballester, Juan Benet y Paulino Garagorri, entre otros.
A Jesús Aguirre, que deja la editorial al ser nombrado director general de Música, le sucede José María Guelbenzu, un fiel colaborador de quien tras su etapa en el Ministerio de Cultura se casaría con la duquesa de Alba. Guelbenzu continuó la labor iniciada por Aguirre y se rodeó de un grupo de jóvenes profesores universitarios (Savater, Eugenio Trías, Javier Echeverría, Calvo Serraller, Ángel González García, Carlos García Gual, Tomás Pollán o Juan Aranzadi) a los que definió así: "Serán mis asesores, cada uno en su especialidad; el semillero de ideas que nutre a Taurus en esos años". A Guelbenzu le sucedieron José Antonio Millán, Juan Cruz y María Cifuentes, su actual responsable, que superaron tiempos difíciles en la edición, ampliaron las colecciones y consolidaron el espléndido catálogo de la editorial abriéndolo a los nuevos tiempos. En esta última etapa se publicó La cultura. Todo lo que hay que saber, de Dietrich Schwanitz, el libro más vendido de Taurus. Dejemos que sea Francisco Pérez González quien concluya estos recuerdos con la frase con la que cierra su Epílogo en el volumen que conmemora los 50 años de la editorial que fundara: "Una confesión final: repaso las galeradas de este libro y pienso, con humildad y orgullo entreverados, que ha merecido la pena todo cuanto se ha trabajado en y por Taurus. Y pienso y creo también que, dada su alentadora vitalidad, hay motivos fundados para la esperanza en su futuro".
Continuidad y fondo de armario
Javier Pradera, articulista político, director de la revista Claves y vinculado durante la mayor parte de su vida a la edición -fue director de Alianza Editorial y perteneció durante un tiempo al consejo de Taurus-, escribe en el citado libro conmemorativo de la editorial: "La actual etapa de Taurus ha mantenido su catálogo tradicional (algo así como el fondo de armario de la vestimenta cultural) mediante la reedición de libros ya clásicos de Max Weber, Walter Benjamin, Th. W. Adorno, Hanna Arendt, Georges Bataille, Cioran o Georges Duby. Por lo demás, Fernando Savater simboliza a la perfección la continuidad desde la creación de Taurus a hoy. Si el talento de Jesús Aguirre como editor admitiera únicamente -suposición tan absurda como ofensiva- un único elogio justificador, bastaría con recordar que fue el descubridor de un Savater casi adolescente y totalmente desconocido, del que publicó su primer libro, Nihilismo y acción, y sus posteriores obras de juventud, entre otras La infancia recuperada. El Taurus actual conserva al Savater maduro capaz de afrontar ya cuentas con su pasado en Mira por dónde y continúa recuperando y dando nueva forma al fondo savateriano, como la nueva edición de Criaturas del aire.
