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LA CONSTITUCIÓN EUROPEA

Maragall rectifica sobre el catalán en la UE para rebajar la tensión con Zapatero

La Generalitat culpa de las dos versiones de la Constitución europea al Consell valenciano

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, quiso rebajar ayer la tensión en la polémica sobre las versiones catalanas de la Constitución Europea entregadas el pasado jueves por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a la secretaría del Consejo de la UE. Maragall rectificó su tono de anteayer y culpó de la existencia de dos versiones idénticas del tratado al Consell valenciano. "La actitud de Zapatero ha sido en todo momento la que ha demostrado en otros terrenos: resolutiva y decidida", subrayó Maragall.

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José Luis Rodríguez Zapatero no se equivocó cuando en la mañana de ayer expresó su convencimiento de que Pasqual Maragall reflexionaría sobre su enojo por haber sido depositadas en Bruselas dos ejemplares idénticos de la Constitución europea, traducidos en la variante valenciana del catalán.

Maragall celebró ayer "que el presidente del Gobierno español haya dejado claro que los cuatro documentos entregados ayer [por anteayer] en Bruselas corresponden a tres lenguas, el catalán o catalán/valenciano, el gallego y el vasco. Creo que eso pone las cosas en su sitio". Sin embargo, desde el Gobierno español se sostenía anoche que las declaraciones de Zapatero eran exactamente las mismas que había realizado el jueves el secretario de Estado para las Relaciones con la Unión Europea, Alberto Navarro.

"El Gobierno actuó de acuerdo con la Constitución y con los estatutos de autonomía", dijo, en efecto, el presidente, para explicar por qué el jueves entregó al secretario del Consejo Europeo, Javier Solana, "cuatro textos y tres versiones lingüísticas" de la Constitución europea, en otras tantas lenguas autonómicas que tienen estatuto de cooficialidad, junto al castellano, en sus respectivos territorios.

Culpa valenciana

Zapatero se mostró convencido de que Maragall no recurriría a los tribunales, según la imprecisa amenaza que blandió anteayer el presidente de la Generalitat para defender la unidad lingüística del catalán. Fuentes del Gobierno catalán consultadas por este diario no llegaron a precisar a qué tipo de instancia se dirigiría esta acción jurídica. El Gobierno central entendió que era el Tribunal Supremo, aunque fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores ya descartaron en la noche del jueves que el Ejecutivo catalán fuera a iniciar un procedimiento judicial.

"Yo respeto todas las opiniones, y estoy seguro de que algunas de ellas serán sometidas a reflexión", declaró ayer Zapatero, en referencia a Maragall. "Creo que él mismo va a reflexionar

[sobre la posibilidad de recurrir al Supremo]. Ésa es mi convicción", precisó luego el presidente del Gobierno.

Y ayer Maragall dirigió todos sus dardos contra el Consell valenciano: "Creo que la responsabilidad del contrasentido de la existencia de dos versiones idénticas de la Constitución europea, como si se tratase de dos lenguas distintas, recae en el Gobierno de la Comunidad Valenciana, que se niega a admitir dictámenes científicos sobre la materia". El presidente catalán agregó: "Ante la situación de ridículo internacional a la que nos podría empujar la obstinación del Gobierno de la Comunidad Valenciana, el Gobierno catalán reafirma su predisposición al diálogo y a la reflexión conjunta con este Gobierno y con el central, con la convicción de que ha de ser posible alcanzar un acuerdo satisfactorio". Incluso matizó sobre el recurso a los tribunales: "Si hubiera problemas antes de recurrir a acciones muy extremas que quizás serían mal entendidas, o no estuvieron bien expresadas, es evidente que recurriría a todo tipo de mediación", aseguró el presidente catalán.

En octubre pasado, la Generalitat de Cataluña decidió asumir como propia la traducción valenciana de la Constitución europea con la finalidad de cerrar la polémica sobre la unidad del catalán. Desde el Gobierno catalán se aseguró anteayer que existía el compromiso por parte del Ejecutivo central de presentar una sola versión en Bruselas, lo que hubiera consagrado por la vía de los hechos que catalán y valenciano son una sola lengua, como fija la Real Academia de la Lengua.

Pero Zapatero entregó el jueves en Bruselas cuatro traducciones de la Constitución, identificadas en sus portadas por las siglas, no de las lenguas, sino de las comunidades, ya citadas, que las habían remitido. Alberto Navarro dijo que, una vez recibidas, un técnico de Exteriores había comprobado que la catalana y la valenciana eran idénticas. También dejó claro que el Ejecutivo no tiene nada que decir sobre los motivos de esa coincidencia, ni mucho menos tiene la intención de implicarse en una polémica sobre identidades culturales que, en todo caso, tendría que ser resuelta por lingüistas e historiadores, con lo que implícitamente negaba la existencia de ese compromiso que el Gobierno catalán asegura que existía.

El Gobierno, explicó Navarro, no ha hecho más que actuar como estafeta para regular el tráfico de documentos.

José Luis Rodríguez Zapatero y Pasqual Maragall, durante la Conferencia de Presidentes Autonómicos.
José Luis Rodríguez Zapatero y Pasqual Maragall, durante la Conferencia de Presidentes Autonómicos.RICARDO GUTIÉRREZ

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