Camps acusa al jefe del Ejecutivo de Cataluña de injerencia política

El presidente de la Generalitat Valenciana, el popular Francisco Camps, acusó ayer a su homólogo Pasqual Maragall y al Ejecutivo catalán de injerencia en la autonomía política de los valencianos. "Es un injerencia innecesaria en otra comunidad autónoma, que me molesta personal y políticamente y espero que alguien explique el alcance de esta injerencia", afirmó.

Francisco Camps, que felicitó al ministro de Asuntos Exteriores por presentar la Constitución europea en valenciano, aseguró que las actuaciones del Gobierno catalán son "una invasión a nuestras competencias, porque sobre el valenciano somos competentes de manera exclusiva".

Joan Ignasi Pla, secretario general del PSPV-PSOE, mostró su satisfacción por que el valenciano esté, por primera vez y gracias a un Gobierno socialista, presente en Europa y apeló al diálogo entre Cataluña y Valencia. El ex presidente Joan Lerma defendió la actuación del Ejecutivo central "por limitarse a cumplir la legalidad" y aseguró que en Cataluña "no molesta que el valenciano se llame valenciano porque todos sabemos que el idioma es el mismo".

Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, instó a Zapatero a "fijar una posición" sobre la polémica "en vez de intentar quedar bien con todos".

Apoyo en Cataluña

En Cataluña, las reacciones variaron considerablemente a lo largo del día, sobre todo tras las declaraciones de Maragall en las que suavizaba sus amenazas de la víspera. Mientras por la mañana todos los partidos catalanes convinieron en hacer un frente común en apoyo del presidente catalán y arremetían con duros adjetivos contra el Gobierno central -"actitud cobarde, error de bulto, hecho ofensivo e insultante"-, por la tarde Maragall se convirtió en blanco de las críticas.

Convergència i Unió y el PP, que comparten escaños de oposición en el Parlamento catalán, consideraron que Maragall ha hecho una rectificación en toda regla. "Me siento profundamente avergonzado. Maragall no ha sido capaz de aguantar la presión del PSOE ni un día. En vez de defender Cataluña se dedica a obedecer", manifestó el líder nacionalista, Artur Mas. "Estaría bien que Maragall pensase antes lo que va a decir", afirmó el popular, Josep Piqué. El secretario general de Esquerra, Joan Puigcercós, instó al presidente catalán a mantener su actitud firme y recurrir, si cabe, a los tribunales.

Las organizaciones Obra Cultural Balear, Òmniun Cultural y Acció Cultural del País Valencià difundieron un manifiesto en defensa de la unidad de la lengua catalana.