Los socios del tripartito se desmarcan del presidente de la Generalitat

La rectificación de Pasqual Maragall cayó como un jarro de agua fría sobre los socios minoritarios del tripartito: Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya. Algunos hablaban anoche de minicrisis en el seno del Gobierno catalán, mientras los más optimistas se referían a "diferencias". Si anteayer ERC e ICV cerraron filas en torno a Maragall, ayer aludían al incumplimiento de acuerdos por parte del Gobierno central y a que Maragall había hecho una retractación rayana en lo humillante.

Entre los socios republicanos sentó además como un tiro que el comunicado del presidente Maragall hiciera mención a que "el nacionalismo catalán tampoco ha sido capaz de resolver el tema de la presencia del catalán en Europa en 25 años". Los republicanos reprocharon en privado al presidente que no hubiera colocado el calificativo conservador detrás de la expresión nacionalismo, en una alusión más clara a CiU.

El conseller en cap, el republicano Josep Bargalló, salía al paso del comunicado del presidente Maragall con una nota en la que reiteraba que "Rodríguez Zapatero ha perdido una oportunidad de expresarse de manera clara en favor de la unidad de la lengua catalana". Asimismo acusó al presidente del Gobierno central de haber llevado a cabo "una ceremonia de confusión y una polémica esteril".

Sin ninguna mención a Maragall, Bargalló instó al Ejecutivo central a "promover la oficialidad de catalán, gallego y vasco en las instituciones del Estado". El consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, tampoco entendió las palabras de Zapatero como una rectificación y calificó la decisión de "uno de los mayores errores" del Gobierno central.