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La crisis de las dioxinas detectadas en Holanda se extiende a Alemania y Bélgica

La Haya amplía a 160 las explotaciones ganaderas cerradas por los piensos contaminados

Isabel Ferrer

El Gobierno holandés ha ampliado a 160 el número de explotaciones ganaderas cerradas por el hallazgo de dioxina en sus piensos, elaborados con peladuras de patata. Para hoy se espera conocer los resultados de los primeros análisis sobre la concentración de la sustancia cancerígena en la grasa de los animales. La contaminación se originó en una arcilla, importada de Alemania, que se usa para seleccionar las patatas (sólo las que se hunden son aptas para el consumo). La firma de patatas fritas McCain, con sede en Holanda, vendió las mondas a las granjas.

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Las autoridades investigan también si otras empresas holandesas adquirieron la arcilla contaminada para bañar sus patatas. Tres explotaciones ganaderas alemanas y ocho belgas han sido también selladas tras saberse que habían comprado los mismos piensos elaborados con mondas de patata.

Según datos del Ministerio holandés de Agricultura, la arcilla presentaba una concentración de 910 nanogramos de dioxina por kilo (un nanogramo es una millonésima de miligramo). Aunque esta proporción es muy alta, lo importante es saber cuánta dioxina ha llegado a la leche o la carne de los animales. La Unión Europea fija el límite de consumo en 2 picogramos de dioxinas por kilo de peso corporal y día (un picogramo es mil veces menos que un nanogramo).

La leche comercializada no procede normalmente de una sola granja, sino que se mezcla con la de otras explotaciones similares. "De ahí que supongamos que la posible presencia de dioxina sea mínima, porque se ha diluido mucho el producto final", señalaron ayer fuentes ministeriales. Sin embargo, fue precisamente el hallazgo de la sustancia tóxica en la leche de una granja de Lelystad, en el centro del país, lo que desató los cierres de granjas el miércoles. En cuanto a la carne, el Servicio de Higiene Alimentaria no descarta que los animales alimentados durante largo tiempo con estos piensos hayan acumulado en su grasa demasiada dioxina. "Se trata sobre todo de granjas porcinas y algunas menores de ganado bovino. Las de ovejas y cabras son muy pocas en Holanda", señaló Agricultura.

La casa McCain tenía tratos desde agosto con un mayorista alemán, del que no ha trascendido el nombre, que le proporcionaba la arcilla. Las patatas fritas no presentan problemas para la salud, puesto que la dioxina se queda en la piel de la patata. Desde que se descubrió la contaminación, las patatas se separan a mano. En el futuro es posible que la selección se haga con sal y agua, aunque se trata de un procedimiento más dañino para el entorno.

Aún no se sabe por qué la arcilla está contaminada. "Se especula con que la tierra proceda de antiguas minas, o incluso que la sustancia tóxica esté ahí desde tiempo inmemorial debido a fenómenos naturales, pero lo cierto es que no sabe nada concreto", según portavoces gubernamentales holandeses.

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