Un tupamaro en el Gobierno
José Mujica, retirado en una granja de las afueras de Montevideo, ostentará la cartera de Producción en el nuevo Ejecutivo
José Mujica, de 69 años, fundador y dirigente del Movimiento de Liberación Nacional (MLN-Tupamaros), la guerrilla urbana que puso en jaque al Estado uruguayo en la década de los sesenta y comienzos de los setenta, capturado y encarcelado durante 14 años y rehén de la dictadura militar, es el principal candidato para ocupar el Ministerio de Producción, de nueva creación, en el primer Gobierno del Frente Amplio. Ésta es la propuesta que ha hecho el presidente electo, Tabaré Vázquez, al antiguo dirigente revolucionario, hoy senador del Movimiento de Participación Popular (MPP), la fuerza política más votada de cuantas integran el Frente Amplio (30% de los votos de la coalición y 15% del total del escrutinio).
"El hueso del nuevo Gobierno" estará integrado por tres superministerios -Economía, Producción y Asuntos Sociales-, según confirmó ayer a este diario el propio Mujica en su despacho en la Cámara alta. "Es muy fuerte" el salto de guerrillero a ministro, reconoce. "Ya ve, a veces la realidad supera la novela". Tras su salida de la cárcel en 1985 Mujica se reintegró a la vida política en las filas del MLN, que renunció a las armas, creó el MPP y entró a formar parte del Frente Amplio. Lleva dos legislaturas en el Congreso, primero como diputado y después como senador, hasta convertirse en uno de los políticos más carismáticos y con mayor respaldo popular de la coalición de izquierda.
Su estilo de vida apenas ha cambiado en todos estos años. Su residencia es una chacra [huerta] de 15 hectáreas en Rincón del Cerro, a media hora de Montevideo, donde vive con su compañera, Lucía Topolansky, también ex guerrillera y que ha sido elegida senadora en las elecciones del domingo. "Sigo siendo un campesino", dice cuando habla de su pasión por el campo y la tierra, donde disfruta cuidando las flores y las hortalizas que cultiva.
No tiene ninguna intención de alterar sus hábitos ni su residencia. "A los 69 años ya no se cambia. Soy antiformal. Estoy convencido de que no cambiaré. Además, no pienso durar mucho en el Gobierno. Trabajaré para formar un equipo de gente joven y luego me retiraré. Tres o cuatro años, no más". Lo tiene muy claro. Cuando la política del Gobierno entre en contradicción con su manera de pensar se irá a su casa. "El presidente me conoce perfectamente".
Está convencido de que el tono de la política del nuevo Gobierno será "relativamente similar al de Lula en Brasil, salvando las diferencias", porque a pesar del apoyo político que tendrá el Frente Amplio, "la endeblez económica no le permitirá mucho más". Con una gran dosis de realismo, Mujica espera las mayores quejas no de los más pobres sino de la burocracia del Estado. "Los pobres pobres se conforman con poco. Los que no son tan pobres piden más".
Como fuerza más votada dentro del Frente Amplio, los antiguos Tupamaros no renunciarán a una cuota relevante en el Gobierno, "aunque ello no debe impedir la formación de equipos que integren a todas las fuerzas políticas", precisa. "No haremos un Ministerio de la Producción del MPP, sino que daremos entrada a todas las fuerzas políticas". El Banco de la República, la principal entidad financiera estatal que maneja casi el 50% del movimiento bancario, estará presidido por un economista graduado en Lovaina que perteneció también a los Tupamaros.
Mujica estudió Derecho, aunque no terminó sus estudios universitarios. Tiene formación en economía y cuestiones agropecuarias. ¿Donde marcará la diferencia el Gobierno del Frente Amplio? "Tenemos que crear una atmósfera que favorezca el desarrollo de las pequeñas empresas. Ahí está el grueso de la fuente de trabajo. Tenemos que practicar una política más astuta, con picardía incluso, para adaptarnos al mundo de hoy. Será un lío, pero bueno, el mundo es un lío, qué le vamos a hacer".
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