Dos obras de Joaquín Torres-García (1874-1949) fechadas en la década de 1930 han sido borradas por un coleccionista con el fin de recuperar las pinturas, del propio artista uruguayo, que escondían. Se trata de Gran copa constructiva (1935) y Composición con hombre y reloj (1939), que fueron exhibidas en la gran antológica dedicada al pintor presentada con el título Torres-García, un mundo construido en la Fundación ICO de Madrid, entre octubre de 2002 y enero de 2003.
"Este viaje a Madrid ha sido un regreso", contaba el miércoles José Balza (Delta del Orinoco, Venezuela, 1939), acodado en una mesa del Café Gijón y festejando el diluvio que caía sobre la ciudad con una copa de vino rojo como la noche.
Las salas del Palacio del Almudía y Verónicas, de Murcia, acogen hasta el 30 de noviembre la exposición Minotauro, del pintor murciano José Lucas, que presenta en los 150 cuadros de la muestra una reinterpretación libre y personal del mito clásico, en la que, con las técnicas del collage, del dibujo, el óleo y las técnicas mixtas, plasma en sus obras una orgía de colores que dibuja un minotauro muy erótico.