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EE UU lanza una gran ofensiva sobre Faluya para capturar a Al Zarqaui

10 personas mueren en Bagdad al estallar un coche bomba en el comienzo del Ramadán

Aviones de combate estadounidenses bombardearon ayer la ciudad de Faluya, unos 60 kilómetros al oeste de Bagdad, mientras soldados del Ejército de EE UU rodeaban la ciudad por primera vez desde hace seis meses en un intento, según los mandos estadounidenses, de evitar nuevos atentados terroristas coincidiendo con el inicio del mes sagrado del Ramadán. Según fuentes militares, dos de los lugares bombardeados eran utilizados como cobijo por el grupo de Abu Musab al Zarqaui. En la capital iraquí, 10 personas murieron ayer al estallar un coche bomba en una concurrida calle.

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"Los terroristas utilizaban estos lugares [bombardeados] para mantener reuniones, albergar a personal, almacenar armas y lanzar desde allí nuevos ataques terroristas", declaró un portavoz militar estadounidense cuando informó sobre la intensificación de los ataques sobre Faluya. En la operación también participan miembros del nuevo Ejército iraquí y todo apunta a que su alcance irá mucho más allá de los ataques aéreos -"ataques de precisión", según la jerga militar-, algo que en las últimas semanas se había convertido en una rutina.

Durante unas doce horas, los aviones estadounidenses atacaron en diferentes oleadas distintos puntos de la ciudad. Varios vecinos explicaron que los bombardeos comenzaron alrededor de las siete de la tarde del jueves y se prolongaron durante toda la madrugada de ayer. Justo cuando el ataque comenzaba, los suministros de agua corriente y electricidad quedaron interrumpidos, una medida que las fuerzas estadounidenses han utilizado con anterioridad durante el asalto a otros focos de resistencia como Samarra o la ciudad de Nayaf, esta última en manos de las milicias chiíes de Múqtada al Sáder. La única luz visible anoche era la producida por el resplandor de las explosiones y las bengalas antimisiles que, de cuando en cuando, lanzaban las aeronaves estadounidenses.

El fuego estadounidense se concentró principalmente en las fortificaciones que había utilizado el propio Ejército de EE UU hasta el pasado mes de abril, cuando abandonó la ciudad. Desde entonces, estas defensas han servido para cobijar a los insurgentes.

Mientras, tanto al norte como al sur de la ciudad se concentraban numerosos vehículos blindados entre los que destacaban los potentes carros de combate M-1 Abrams. Ningún vehículo penetró en la ciudad, aunque desde las tres de la madrugada comenzaron a producirse combates entre soldados estadounidenses e insurgentes iraquíes en las afueras de la localidad.

Según testimonios de residentes en Faluya, los ataques aéreos destruyeron 11 viviendas y causaron graves daños a una importante mezquita y a la estación de ferrocarril. También aseguraron que una familia había muerto cuando un cohete impactó en el vehículo en el que viajaban. Los rumores se dispararon por toda la ciudad, hasta el punto de que varios miembros de la Defensa Civil acudieron al lugar de un bombardeo provistos con máscaras antigás ante las voces que aseguraban que los estadounidenses estaban empleando armamento químico, algo que se reveló falso.

Otra versión, dada por un médico local, apunta a que de un almacén bombardeado surgió una polvareda amarilla, lo que suscitó las sospechas entre la población.

"Las operaciones en Faluya continuarán mientras haya elementos terroristas en la ciudad", subrayó el Ejército de Estados Unidos en un comunicado. Por su parte, el Gobierno iraquí ha pedido a los habitantes de Faluya que entreguen a Al Zarqaui, el representante oficioso de la organización terrorista Al Qaeda en Irak. Eso hizo que unas conversaciones entre representantes de la ciudad y el Gobierno se rompieran al calificar los primeros de "imposible" la demanda del segundo.

La nueva ofensiva estadounidense coincide con el comienzo del mes sagrado del Ramadán, aunque para la mayoría chií en Irak no comienza hasta hoy. La explosión de un coche bomba en la zona de Al Dura, en Bagdad, al paso de dos patrullas policiales, dejó al menos 10 muertos, según el Ministerio del Interior iraquí. Durante el Ramadán del año pasado, la resistencia llevó a cabo numerosos atentados por todo el país, incluyendo un demoledor ataque contra la sede de la Cruz Roja en Bagdad.

Soldados estadounidenses ayudan a un herido tras la explosión de dos bombas el jueves en la Zona Verde de Bagdad.
Soldados estadounidenses ayudan a un herido tras la explosión de dos bombas el jueves en la Zona Verde de Bagdad.ASSOCIATED PRESS

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