La ONU denuncia la desaparición de equipo y material nuclear en Irak
El Gobierno de Bagdad asegura que todas las instalaciones atómicas están bajo control
El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Mohamed el Baradei, ha escrito una carta al Consejo de Seguridad de la ONU en la que denuncia que los edificios relacionados con el viejo programa nuclear iraquí -abortado en 1991- "parecen haber sido sistemáticamente desmantelados y su equipo y material trasladado". "La desaparición de ese equipo y material puede tener consecuencias para la proliferación nuclear", advierte El Baradei. El Gobierno iraquí trató ayer de disipar esas preocupaciones afirmando que las instalaciones atómicas iraquíes están controladas.
La preocupación principal del OIEA es que tras el pillaje generalizado que siguió a la toma de Bagdad por el Ejército de EE UU en marzo de 2003, los saqueadores de las instalaciones nucleares hayan vendido el material y los equipos encontrados a grupos terroristas o a Estados irresponsables interesados en fabricar armas nucleares. La segunda inquietud del organismo de la ONU, es que desde que acabó la guerra ni Washington ni Bagdad le han informado sobre qué ha pasado con dicho material.
En su carta al Consejo de Seguridad, El Baradei señala que imágenes captadas por satélite muestran que las instalaciones iraquíes que una vez albergaron equipos de alta precisión han sido desmanteladas. El director general del OIEA añade que tecnología punta como propulsores y componentes de alta precisión pueden haber sido vendidos al extranjero y hace un llamamiento a todos los países que puedan colaborar en la localización de esos materiales para que informen al OIEA.
"Si parte de ese material acabara en Irán, alguna gente se pondría muy nerviosa", dijo ayer un diplomático occidental próximo al organismo de la ONU. "La gran preocupación del OIEA es la gente que pudo beneficiarse de la venta de ese material, sin importarle quién lo compraba", añadió.
Por su parte, el ministro interino iraquí de Ciencia y Tecnología, Omar Rashid, dijo que los materiales fueron robados por los saqueadores poco después de la invasión de EE UU y que desde entonces todas las instalaciones nucleares iraquíes "están bajo control". El ministro añadió que que si los inspectores del OIEA quieren volver para comprobar el material desaparecido serán bienvenidos.
Omar Rashid afirmó que el complejo nuclear de Tuwaitha, la principal instalación atómica del Irak de los tiempos de Sadam, situada a unos 20 kilómetros al sur de Bagdad, iba a ser convertida en un parque de la ciencia. "El OIEA vino hace un mes, inspeccionó la central y otras instalaciones y no dijeron nada. Nosotros somos transparentes y nos parece bien que el OIEA u otra organización venga e inspeccione", agregó el ministro.
Tras el saqueo, que se produjo entre el 5 y el 10 de abril de 2003, el complejo nuclear de Tuwaitha estuvo bajo el control del Ejército de EE UU y tras la devolución de soberanía a finales del pasado junio pasó a manos del Gobierno interino iraquí.
Estados Unidos ha sacado de Irak dos toneladas de uranio empobrecido a principios de este año y el OIEA asegura que 550 toneladas de material nuclear aún permanecen en Tuwaitha.
La central atómica de Tuwaitha, orgullo del régimen de Sadam Hussein, paralizó sus actividades en 1991, tras la guerra del Golfo, pero los residuos radiactivos se almacenaron en el pueblo vecino de Al Wardie, de unos 6.000 habitantes. Allí estuvieron cogiendo polvo hasta que llegó el saqueo, en el que todo parece indicar que participaron los propios habitantes del pueblo. En junio de 2003, un equipo del OIEA visitó la planta para hacer inventario del material radiactivo desaparecido, ante el temor de que pequeñas cantidades de cesio, cobalto o estroncio pudieran servir para fabricar bombas sucias (un artefacto convencional con carga radiactiva).
Nadie se ocupó entonces de los habitantes del pueblo que en su ignorancia habían utilizado los bidones que contenía polvo de uranio como recipientes de agua, tanto para beber como para lavar ropa, y que ya entonces algunos presentaban síntomas de contaminación.
Bombardeo israelí
En el centro nuclear de Tuwaitha se almacenaban centenares de toneladas de uranio natural, 1,8 toneladas de uranio empobrecido y otras cantidades de cesio 137, cobalto y estroncio. La instalación fue creada con la colaboración de Rusia y Francia, que entregaron los reactores, y bombardeada en junio de 1981 en una operación preventiva por la aviación israelí.
Mahdi Obeidi, uno de los más destacados científicos nucleares iraquíes en tiempos de Sadam Husein y autor del libro La bomba en mi jardín. Los secretos de los científicos nucleares de Sadam, advierte de que el verdadero peligro son el centenar de científicos iraquíes que han abandonado el país y que pueden poner sus conocimientos al servicio del mejor postor.
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