EE UU descubre en Irak una gran fosa común con cadáveres de mujeres, niños y fetos

Los investigadores de Estados Unidos están reuniendo pruebas para poder acusar a Sadam Husein de crímenes contra la humanidad. Para ello han empezado a excavar lo que parece ser un enorme cementerio con nueve fosas comunes en la ciudad de Hatra, un emplazamiento en el norte del país. Por ahora se han localizado unos 300 cuerpos aunque creen que aparecerán aún más. Muchos de ellos son niños -algunos todavía abrazados a sus juguetes- y fetos que no habían llegado a nacer.

"En mi opinión, se trata de un campo de ejecuciones", explica Greg Kehoe, uno de los abogados a los que la Casa Blanca ha encargado la acusación contra el ex dictador. "He trabajado en cementerios mucho tiempo, pero nunca he visto nada igual: mujeres y niños ejecutados sin razón aparente", explica Kehoe, que ya trabajó en los Balcanes.

Los cuerpos parecen ser kurdos ejecutados entre 1987 y 1988. En una de las fosas sólo hay mujeres y niños, parece que asesinados mediante armas pequeñas. En otra reposan únicamente cadáveres de hombres, asesinados con armas de fuego automáticas.

Por la espalda

Según el relato de Kehoe, las mujeres y sus hijos habían sido obligados a abandonar sus casas, llevando consigo sus pertenencias, cacerolas y sartenes incluidos. Una vez llegaban a este lugar eran ejecutados por la espalda y arrojados a la zanja. Algunos esqueletos aún abrazan a los restos de sus pequeños. Incluso hay el cadáver de un niño que sujeta un pequeño balón con sus brazos. El hedor que desprende la zona es insoportable, según cuenta.

Se han encontrado fémures del tamaño de una caja de cerillas, lo que quiere decir que también murieron nasciturus, fetos que en algún caso no superaban las 18 o 20 semanas, según explica el antropólogo P. Willey, de California.

Las organizaciones internacionales calculan que más de 300.000 personas murieron durante los 24 años de dictadura de Sadam Husein. En Irak se han identificado 40 posibles cementerios de fosas comunes. Algunos ya se habían excavado, pero nunca con métodos forenses con intención de reunir pruebas para juzgar a los responsables.