Irak amenaza con un ataque a gran escala en Faluya si no se entrega el líder local de Al Qaeda

El primer ministro iraquí, Ayad Alaui, ha exigido a los habitantes de la ciudad de Faluya que entreguen al supuesto terrorista Abú Musab al Zarqaui, líder del grupo Tauid al Yihad (Monoteísmo y Guerra Santa) y supuesto cabecilla de la red Al Qaeda en Irak. Estados Unidos reconoció hace semanas que no tiene bajo control esa ciudad, un bastión de la insurgencia que somete a bombardeos continuos desde hace meses. Ayad Alaui ha amenazado con lanzar una operación militar de envergadura —algo que sólo podría hacer en cualquier caso con el apoyo de las tropas estadounidenses— si los insurgentes de Faluya —situada a 60 kilómetros al oeste de Bagdad— no delatan al líder terrorista, o si éste no se entrega por voluntad propia.

Precisamente hoy se ha conocido que el grupo de Al Zarqaui ha decapitado a dos miembros de los servicios secretos iraquíes, y ha publicado un vídeo del asesinato en Internet. En la grabación, los terroristas muestran a la cámara la tarjeta de identificación de los dos hombres, para luego cortarles la cabeza.

Los dos iraquíes fueron secuestrados el pasado 28 de septiembre en la calle Haifa, la artería céntrica de Bagdad, cuando trataban de retirar del asfalto el cuerpo apuñalado de una de sus compañeras, Nadia Abdulwahhab Matlak —asesinada también por el grupo terrorista—.

Monoteísmo y Guerra Santa es el presunto responsable del secuestro y posterior asesinato de dos estadounidenses — Eugene Armstrong y Jack Hensley— y un ciudadano británico — Kenneth Bigley—, raptados el 16 de septiembre de su casa en Bagdad. Armstrong y Hensley fueron decapitados poco después, mientras que Bigley fue sometido a un largo cautiverio que terminó la semana pasada con su muerte.

Hoy se ha sabido que Estados Unidos trató de rescatar a los secuestrados en dos ocasiones, según ha informado una fuente oficial a la cadena de noticias CNN. Los equipos de élite estadounidenses lanzaron dos operaciones contra supuestos escondrijos de los secuestradores, pero cuando llegaron ya estaban vacíos, aunque quedaban evidencias de que efectivamente habían estado allí.

Hace unos días se supo que los servicios secretos británicos trataron de sobornar a los secuestradores de los tres ciudadanos occidentales para lograr su liberación. Según informaba The Sunday Times, Bigley logró escapar una media hora ayudado por dos de sus captores. Un día después, el pasado jueves, era decapitado.